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miércoles, 2 de noviembre de 2011

Papandreu se hace el harakiri.


Le liberation. ¿Era necesaria la traducción? 

Día 2/11/2011. Portada de libertaddigital.com:





Portada de elpais.com:




Portada de lavanguardia.com:


Portada de elmundo.es:




Portada de clarin.com:


Me abstengo de colgar enlaces a páginas no hispanas. No acabaría nunca.

Grecia y Papandreu están en el ojo del huracán, no cabe duda. ¿Y ahora qué hacemos?

Giorgos Papandreu, presidente griego, la ha liado -otra vez-. Una vez conseguida la sexta dosis de ayuda europea y habiendo sido perdonada el 50% de la deuda del país, no se le ocurre otra cosa que preguntar a la gente, en forma de referéndum, si la acepta o no. Evidentemente, el tsunami no ha tardado en llegar. Las palabras del presidente de una pequeña república de sólo 11 millones de habitantes han provocado el hundimiento de las bolsas y el tembleque de inversores y tecnócratas. Por si fuera poco, anuncia que se someterá a una moción de confianza el próximo viernes. En menos de una semana se ha hecho más famoso que Obama.  

Lo curioso de la cuestión, aunque él lo niega, es que nadie estaba enterado del plan del presidente. Ni siquiera sus propios ministros parecían estar al corriente. El ministro Venizelos estaba en el hospital cuando se produjo la decisión. ¿Casualidad? El pobre empezó a sentir fuertes dolores en el vientre hace tras días, lo que le llevó a ingresar en el hospital. Lo que nos faltaba. La de chistes fáciles que se nos vienen a la cabeza… Que si está cagado, que si tantos viajes en avión le han provocado una aerofagia aguda, que si le ha sentado mal la última comilona -cada vez está más gordo-, etcétera. Ahora en serio, tanto estrés y tanto viaje han pasado factura. El peso del ministro tampoco ayuda. Papandreu, por su parte, se está quedando en los huesos. En dos años ha envejecido lo que nosotros en diez. Incluso más que Guardiola. Sorprendentemente, presidente y vicepresidente se reunirán en Cannes, en la cumbre del G20. ¿Por qué no lo hacen aquí? ¿Por qué no lo visitó en el hospital?

Las reacciones dentro de su propio partido tampoco se han hecho esperar. Varios diputados se han declarado en rebeldía y amenazan con no votar a favor en la moción de confianza. La oposición se ha tirado directamente a la yugular. 

Cadáveres polítcos.

Las reacción internacional -sólo hay que echar un vistazo a la prensa- no ha podido ser peor. Franceses y alemanes le toman por loco y por traidor. No es para menos. Veremos si consiguen hacerle cambiar de opinión, aunque el presidente griego sigue asegurando que ellos estaban enterados de todo.

Nadie entiende ahora el porqué de esta decisión ahora, cuando ya no hay remedio. No sé si pensar si Papandreu es el nuevo Poncio Pilatos, un jugador de mus tirando un órdago del copón, uno de póker soltando un farol, o un suicida que quiere morir en paz. Lo que está claro es que quiere marcharse. No aceptaron su dimisión y movió ficha. 

Lo sucedido el pasado día 28 fue la gota que colmó el vaso. Los ciudadanos no respetaron los desfiles del Día del No. En las ciudades más importantes hubieron sabotajes e incluso suspensiones. Los políticos de primera fila no se atrevieron a salir de casa. En el de Salónica, que es el principal, se vivieron momentos de caos imprevistos por la organización. Varios manifestantes consiguieron parar una fila de coches militares y se encararon con uno de los jefes. Otro grupo de indignados consiguió llegar a la tribuna donde se hallaba el presidente de la república, Carlolos Papoullas, que se mostró abatido y cabreado. Nunca lo había visto así. Es como cuando vi al Rey cabreado cuando le preguntaron por su salud o cuando mandó callar a Chávez. Muchos alumnos de los colegios giraron la cabeza al pasar por delante de la clase dirigente e incluso algunos levantaron el puño mostrando un lazo negro.  

El Presidente de la República cabizbajo.

Nadie sabe qué diablos pasa con el señor Papandreu, que consigue que el parlamento siga aprobando ajustes y acepte la ayuda exterior, pero a la vez desconfía de todo y de todos. Además, se saca un referéndum de la manga que nadie sabe adónde nos llevará. Porqué si sale el no, adiós al euro y a Europa. O eso dicen. Si sale el sí, sometimiento y protectorado; subida de impuestos, recorte de pensiones otra vez, despido de funcionarios, etcétera. Grecia es un callejón sin salida. El último referéndum fue para decidir si se quería rey o no. Estaba claro lo que se votaba. Ahora, no. Hay periodistas que proponen que el referéndum sea “euro sí o euro no“. Casi nada al aparato. 

Después de mucho tiempo, el presi amenaza con perseguir a los que tienen cuentas en Suiza, o al menos con controlarlas de alguna manera. Llega tarde. No se ha avanzado nada en tres meses. Durante el verano, todos rascándose la barriga. No es capaz de cobrar el impuesto de las piscinas -sólo fueron declaradas 11 en toda Grecia- y ahora pretende poner orden en un país extranjero… 

El futuro presidente del gobierno, Antonis Samaras.

Ayer el gobierno decapitó la cúpula militar, descontenta con la política de ajustes que también afecta a los soldados pensionistas. ¿O hay algo más que no sabemos? Aunque los militares no son santo de mi devoción porque aquí en Grecia se lo llevan crudo, no podían quedar al margen. 

Bastante chapucero todo, la verdad. Que si no hay dinero para pagar las pensiones en octubre, pero luego sí, que si acepto y luego no acepto, que si me voy pero no me dejan, que si moción de confianza, que si elecciones otra vez, etcétera.


Hace dos años Papandreu era el salvador de la patria. Ahora es el más odiado del país y ha hecho santo a Konstantinos Karamanlis, el presidente anterior de Nueva Democracia. Si hay elecciones, saldrá presidente Antonis Samarás, que es más de lo mismo a pesar de ser del partido rival. En caso de haber elecciones, no me extrañaría ver urnas destrozadas y ocupaciones de colegios electorales por la fuerza. 

La noticias se suceden y cambian cada día, cada hora, cada minuto. Los noticiarios echan humo y nos meten el miedo dentro. Pero la vida sigue y, a pesar de las huelgas y las manifestaciones, conviene mantener la calma. Por si acaso, el único consejo que puedo dar, es el de no tener demasiado dinero en el banco, no vaya a ser que volvamos al dracma. Por lo demás, la gente sigue llenando los bares gastándose 4 euros en un café, sigue utilizando el Jeep, el BMW o el Mercedes, sigue vistiendo ropa italiana y comprándose gafas de sol de 300 euros, etcétera. 

Un amigo blogger de la Baleares -de nick Batua- me pasó un enlace que no tiene desperdicio, sobre una ponencia de Leonidas Vatikiotis en el encuentro “Viviendo en deudocracia”. Resume perfectamente las causas de la situación, de las que son culpables tanto los griegos como los inversores. Pinchad aquí.

Gracias a Dios, Messi me reconcilia con el ser humano. Le roba portadas a Papandreu y hace que vuelva a creer.             

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