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jueves, 28 de abril de 2011

Pontos.




La zona norte de Grecia está plagada de pondios. Los pondios o griegos pónticos tienen antepasados lejanos -o no tanto- originarios de Pondos, una región costera del mar Negro. Aunque uno sepa griego, que no intente entender el póntico porque no creo que lo consiga. Es una forma de la koiné griega que, dado lo remoto del póntico, ha evolucionado de forma distinta al griego actual. Se habla póntico en Grecia  aunque no tiene estatus oficial y también en zonas de Ucrania, Rusia y Georgia. Ha recibido fuertes influencias del turco, y menores del persa y varias lenguas caucásicas. El póntico en Grecia cuenta con unos 200,000 hablantes, principalmente en Macedonia.


Después del genocidio griego, la gran mayoría de los hablantes que quedaban en Asia Menor fueron sujetos al Tratado de Lausana, y se asentaron en Grecia. Los habitantes que se habían convertido al Islam permanecieron en Turquía. A día de hoy siguen hablando póntico. 


Cortometraje Pontos de Peter Stefanidis:


En Grecia, el póntico se usa actualmente más como lengua emblemática que como medio de comunicación. Personalmente conozco a gente que lo habla pero nadie que lo escriba. La gente joven aprende póntico oralmente gracias a las canciones tradicionales que van pasando de padres a hijos. La zona norte está plagada de asociaciones pónticas. Su objetivo es transmitir a las nuevas generaciones las canciones, los bailes, la cocina y las tradiciones pondiacas. No deben perderse. Aunque son la segunda o la tercera generación después de los intercambios de población, tienen muy presente lo sucedido en su región años atrás. Lo que no quieren es que la lucha de sus antepasados quede en el olvido. Los pondios se sienten profundamente orgullosos de su historia y de su cultura. La bandera, el tono de los discursos, los bailes guerreros y la lengua les hace ser gente con señas de identidad propia. Sólo hay que echar un vistazo a la vestimenta de sus habitantes para ver que se asemeja más a la de algunos pueblos armenios que a la de muchos griegos.  


Cada vez hay menos pondios debido a la mezcla de culturas y a los matrimonios mixtos. Hoy en día el número exacto de griego pontios se desconoce aunque se sabe que las principales comunidades de griegos pónticos se hallan en Grecia (2.000.000), Estados Unidos (200.000), Alemania (100.000) y Rusia (98.000). 

Después de 1988 los griegos pónticos de la Unión Soviética comenzaron a emigrar a Grecia, asentándose alrededor de Atenas y Tesalónica. Doy fe. La zona centro de Salónica y la que está alrededor de la estación de trenes están llenas de rusos. Desconozco si hablan pondio o no. 


Si analizamos un poco el mapa veremos que la región de Pondos incluía en la antigüedad buena parte de la costa del Mar Negro (llamado Ponto Euxino). Ocupaba la zona noreste de Asia Menor, actual Turquía. El nombre perdura hoy en día pese a pertenecer a Turquía. 

La región del Mar Negro tiene una costa escarpada y rocosa con algunos  ríos No es fácil acceder a la costa desde el interior a causa de sus estrechos valles y de la notable altura de sus montañas. Debido a estas condiciones, Pontos se ha encontrado en una situación de aislamiento respecto del interior de la península anatólica. La montañas fueron lugar de refugio para muchos pondios que tuvieron que salir de la zona. 


Los griegos, principalmente de origen jónico, colonizan la península de Anatolia y los bordes del Mar Negro. El nombre Ponto se hizo representativo de la zona noreste de Anatolia, hacia fines de la época clásica griega.

En sus orígenes, el Reino del Ponto pertenecía al Imperio persa hasta la conquista de Alejandro Magno. El reino fue gobernado por un linaje de reyes hasta el año 64 d. C. 

Buen vídeo y buena música.


Durante el reinado de Mitrídates VI el Grande el reino del Ponto incluía no sólo la Capadocia Póntica, sino también parte de Armenia y otros lugares alrededor del litoral. Opuso una férrea resistencia a los ejércitos romanos, pero  Pompeyo lo derrotó.


Tras el sometimiento a la estructura provincial romana, la forma de vida poco había cambiado para los habitantes del Ponto, ni para las oligarquías que siguieron controlando las ciudades, ni para la gente común y corriente tanto en la ciudad como en el interior. 

Con Diocleciano los distritos pónticos fueron separados en cuatro provincias. 


Pequeño reportaje de la televisión griega:


El Ponto siguió siendo un Estado autónomo conforme a la regla Imperial de Constantinopla durante la mayor parte de la historia del Imperio bizantino. La conquista de Constantinopla a manos de los latinos dio lugar al Imperio de Trebisonda hasta el 15 de agosto de 1461. Después de esto, el nombre Ponto fue conservado para un Estado dentro del Imperio otomano.


En el siglo XX, la situación de las minorías cristianas en el Ponto empeoró con la creciente influencia de los jóvenes turcos, que culminaría en matanzas de masas y deportaciones. El parlamento griego ha declarado el 19 de mayo como una fecha en memoria del genocidio de los griegos pónticos.



Después del establecimiento de la República de Turquía, el Ponto no fue reconocido como autónomo. En 1921 se propuso un Estado Póntico independiente, pero nunca se ha realizado. De acuerdo al tratado de Lausana, las fronteras de Turquía fueron renegociadas y en 1923, el cambio de población entre Grecia y Turquía obligó a aproximadamente 1,5 millones de griegos que vivían en Turquía a reasentarse en Grecia, y cerca de 500.000 turcos que vivían en Grecia a reasentarse en Turquía.


El artículo 1 de la Convención Acerca del Cambio de Poblaciones Griegas y Turcas, datada el 30 de enero de 1923, entre los gobiernos de Grecia y Turquía, establece lo siguiente:

A partir del 1 de mayo de 1923 habrá un cambio obligatorio de los nacionales turcos de religión griega ortodoxa establecidos en territorio turco, y de los nacionales griegos de religión musulmana establecidos en territorio griego. Estas personas no volverán a vivir en Turquía o Grecia respectivamente sin la autorización del gobierno turco o del gobierno griego respectivamente. 



El genocidio pondio en 2 partes:


Un gran número de griegos pónticos emigraron después de esta convención a países de la región del Cáucaso, principalmente Georgia y Rusia. La mayoría de los descendientes de la diáspora griega que vivían en la antigua URSS estaban localizados en estos dos países.

El Genocidio de los Griegos Pónticos es un término usado para referirse a los eventos a los cuales se vieron enfrentados los griegos pónticos antes y durante la Primera Guerra Mundial. La ONU no reconoce que hubiera genocidio.

Estos términos se usan para referirse a las persecuciones, masacres, expulsiones y marchas de la muerte de las poblaciones griegas en la región histórica del Pontos, las provincias al sudeste del Mar Negro en el Imperio otomano, durante los albores del siglo XX por la administración de los Jóvenes Turcos. Se ha argüido que las matanzas continuaron durante el Movimiento Nacional Turco liderado por Mustafa Kemal Atatürk.


Hubo atrocidades en ambos lados desde la ocupación griega de Esmirna, que conllevó masacres de la población civil turca, y después de 1919. Tanto los movimientos nacionales de Grecia como de Turquía masacraron o expulsaron a otros grupos étnicos bajo su control.

De acuerdo a diversas fuentes, la cifra oficial de griegos muertos en Anatolia fue de 300.000 a 360.000 hombres, mujeres y niños. El hecho de que estos incidentes constituyan un genocidio ha estado bajo debate entre Grecia y Turquía. El gobierno turco sostiene que al llamar estos actos "genocidio", el gobierno griego "reafirma la tradicional política griega de distorsionar la historia". Turquía, del mismo modo, ha negado la veracidad histórica de los contemporáneos genocidio armenio y asirios.

jueves, 14 de abril de 2011

Rembétiko.




Un grupo llamado Oneiro Ellas llamó mi atención desde el primer momento en que lo vi. Era como ver a los Sabandeños griegos. Es decir, recuperadores de la música tradicional griega, principalmente de principios de los años veinte. Su puesta en escena era muy parecida aunque en lugar de llevar la manta tradicional canaria, vestían con traje y sombrero. 

Oneiro Ellas.

Su repertorio se basa en el rembétiko. Tiene uno que tener un poco acostumbrado el oído, así que se recomienda escuchar primero canciones más modernas. Muchos cantantes de los de ahora incluyen en su repertorio el rembétiko. Y es que algo que demuestran siempre los cantantes de aquí es el respeto por sus predecesores y por sus canciones. Oneiro Ellas, sin embargo, intentan tocar como los antiguos y para ello utilizan los instrumentos tradicionales de la época. Conviene conocer también un poco la historia para entender sobre qué tratan las canciones. Las voces que oiremos serán muchas veces como quejidos o llantos de dolor. Cantan tanto mujeres como hombres y las voces no suelen estar muy empastadas; todos cantan la misma voz pero cada uno a con su timbre.

El bouzouki es el instrumento protagonista, pero a él suelen acompañarle otros como la guitarra, el baglamá, el acordeón, el clarinete, el violín, el santouri, el tambor e instrumentos de la familia del laúd como el kanonaki.  


El rembétiko se tocaba en los rembetes o mangues y los que lo practicaban eran personas que mal vivían en los arrabales de Atenas y Tesalónica, principalmente, marginados por la sociedad  y reunidos alrededor del  bouzuki, el hachís y el raki (anís turco). Oneiro Ellas ha transformado un plató de televisión en una especie de rembete, aunque mucho más frío, evidentemente. Se trata de la música popular de los turcos de origen griego emigrados (o bien expulsados) a Grecia durante el primer tramo del pasado siglo XX. 

Las letras hablan principalmente de fracasos amorosos, de la nostalgia por lo dejado atrás y de la cárcel. No es canción protesta, que quede claro. Se canta desde la frustración de sentirse lejos de la tierra, de los años en presidio y del desamor. A veces parece que los intérpretes canten con cierta desgana, como obligados a hacerlo. No cantan por compromiso. El estilo del rembétiko es ese.


El rembétiko es la forma de decir el amor que tienen los que nada tienen. Las canciones cantadas en los presidios suelen narrar historias tristes de posguerra. Muchas veces parecen compuestas por presidiarios para matar el tiempo en prisión.

Otro tipo de canciones eran las interpretadas por formaciones de ascendencia turca para entretener a la clientela, un tanto marginal, que frecuentaba los llamados cafés Aman. Muchas veces el latiguillo “aman, aman” termina muchas de las estrofas. 


Las letras del rebmétiko son cantadas tanto en griego como en turco y a veces incluso en ambas lenguas mezcladas.


Todo es extremo, nada es a medias, ya sea en lo bueno como en lo malo. Resuenan el dolor del exilio, el romanticismo de los puertos, el vagabundeo de los noctámbulos y sus miserables y fracasados amores.

Los locales donde se fumaba hachís se convirtieron en uno de los espacios de ocio y relaciones sociales más solicitados de los suburbios de las principales ciudades griegas. El nombre de las tabernas del rembétiko no es otro que tekké, palabra turca que significa, literalmente, lugar de encuentro.

Hoy en día, salvo Oneiro Ellas, es difícil encontrar grupos que practiquen el rembétiko. Sin embargo, grandes cantantes incluyen piezas del rembétiko en su repertorio con mayor o menor éxito. Acercan, de este modo, la música tradicional a la gente de a pie y ayudan a que no se olvide la historia.


Del rembétiko saldrán también diferentes tipos de baile como el zeimbékiko, el tsifteteli y otros, aunque los mismos serán protagonistas de otro post. 

Para oír una pieza de rembétiko turco interpreteda, clickar aquí.

Y aquí algunos fragmentos del film Rembétiko (1983), del director Costas Ferris. Merecen la pena.









De los grandes intérpretes de rembétiko podemos encontrar piezas en youtube:


Markos Vamvakaris


Interpretaciones por Oneiro Ellas:





Nota: he sacado algunas cosas de la wikipedia. Sobre intérpretes y diferentes estilos de rembétiko publicaré otros posts.

lunes, 11 de abril de 2011

Spinalonga: la isla de los muertos vivientes.

(Una serie de televisión tiene a Grecia en estado de shock. Éstas son mis reflexiones al respecto). 


Abrid esto en otra ventana mientras leéis:

El trailer:

Spinalonga es una isla situada al norte de Creta, a escasos kilómetros de Elounda, un pueblo costero pobre y, en aquellos tiempos, casi abandonado. Fundada por los venecianos, pasó a manos de los turcos y finalmente de los griegos que la convirtieron en una leprosería. Actualmente se la conoce también con el nombre de Kalydón.

Una serie de fortificaciones rodean la isla y en época veneciana protegían el puerto. 


Incluso cuando Creta cayó en manos de los otomanos, Spinalonga seguía siendo veneciana. La guerra de Creta tuvo lugar de 1645 a 1669, pero Spinalonga aguantó hasta 1715. Fue el último vestigio de presencia militar veneciana en Creta.

Muchos cristianos se refugiaron en la isla con tal de evitar posibles represalias. Años después, curiosamente, serían familias turcas las que se refugiarían allí. Sólo parte de la isla aguantó cuando se produjo la revuelta de Creta en 1878. En 1903 se fueron los últimos turcos de la isla.   

Como leprosería funcionó desde entonces hasta 1957. Una de las últimas de Europa. 


El best seller de Victoria Hislop “La Isla” ha sacado a la luz o recuperado un tema que los griegos o no sabían o no querían recordar. Yo ya había oído hablar de una serie que se estaba grabando acerca de esta magnífica historia, basada en hechos reales. Tanto es así, que en la inauguración de unos grandes almacenes con la que me topé por casualidad, estaba la propia Victoria Hislop en persona firmando ejemplares.
  

La serie ya ha sido subtitulada al inglés para la BBC:

La adaptación de la novela ha sido un éxito. Cada capítulo emitido supera el 50% de audiencia. Desgraciadamente, la historia acaba centrándose más en las relaciones que se establecen entre los personajes que en la de la isla en sí. Lo que no quita que sea una muy buena serie. 


Cada capítulo es una pequeña película. Sigue un ritmo cadencioso, lento pero seguro, triste, que hace que nos metamos dentro de la isla y nos sintamos uno más. La fotografía y la música son espectaculares. 


Dos temas instrumentales de la banda sonora.


El protagonista es un barquero que lleva comida y medicinas desde Elounda a Spinalonga casi cada día, con su barca de remos. Su mujer contrae la lepra y se ve obligada a marchar a la isla. A partir de ahí, la historia se desarrolla tanto en la isla como en el pueblo.

Las familias quedan estigmatizadas de por vida. El desconocimiento de la enfermedad hace que uno no sepa el modo por el cual puede ser contagiado. 


La isla se convierte en poco menos que una prisión. El barquero representa el enlace con el mundo exterior, el médico la esperanza, el niño la ternura, algunos leprosos la maldad, el presidente la valentía…   


El tema de Spinalonga había sido tema tabú durante muchos años. Se hicieron un par de películas sobre los hechos aunque no tuvieron demasiada repercusión, sin duda porque se hicieron sin la perspectiva que nos da el tiempo. Un periodista de reconocido prestigio recuperó el tema buscando supervivientes, yendo a Elounda, visitando la isla, etcétera. Así, poco a poco, hemos ido conociendo detalles de lo que allí ocurrió.


Sabemos que la ciudad de los leprosos estaba organizada como una ciudad cualquiera. Los leprosos cobraban una pequeña ayuda del Estado, aunque la corrupción muchas veces era inevitable. Elounda fue prosperando económicamente gracias a “las aportaciones” de los leprosos, que pagaban alimentos a precios de oro. Porque aprovechados los había y muchos.

Dentro de la ciudad se celebraban las fiestas como en todos sitios, la gente se casaba, había escuela, cura, etcétera. Sabemos también que estaba expresamente prohibido tener hijos por miedo a que pudieran nacer leprosos. Sin embargo, claro, sabemos que había niños que habían nacido en la isla pero que nunca podrían salir. 


Es interesante ver la evolución de los personajes. El niño, que llega a la isla triste y  deprimido, empieza a hacer amigos y a pasarlo mejor que en Elounda. La maestra acaba encontrando trabajo, el alcalde gana unas elecciones, etcétera.

Hay personajes siniestros, quizás más televisivos o de película. Debemos recordar que el Estado también enviaba a Spinalonga a algunos presos para cumplir condena. Pasan de ser prisioneros a “policías” ya que su función es la de evitar que los leprosos salgan de allí.


El Estado, más centrado en la guerra, recorta las ayudas y se olvida por completo de la leprosería. De vez en cuando, el médico prueba nuevos medicamentos que le llegan del extranjero, pero no dan resultado. Las condiciones sanitarias dejan mucho que desear, sin gasas ni camas en el hospital, sin luz, sin agua… 

Grecia hoy siente cierta vergüenza y se arrepiente de aquello. Los griegos se sienten un poco culpables por haberles dado la espalda y porque, todavía hoy, algunos viven con el estigma.   

 

De la segunda película importante que se hizo sobre Spinalonga, tenemos el trailer. 


El protagonista está traumatizado desde que lo separaron de su familia al contraer la lepra. Tiene visiones y enloquece. No he visto la película aunque parece bastante cruda.

En 1973 se grabó Lórdre de Jean-Daniel Pollet. Las imágenes de este reportaje-película hablan por sí solas. En youtube puede encontrarse la película entera:
  

Un par de extractos de la película. 



Reportaje de un programa de televisión.


sábado, 9 de abril de 2011

Who´s faster?



Usain Bolt, el hombre más rápido de la tierra, viene a Salónica. El último meeting de la temporada de la IAFF tiene lugar en la ciudad. No me lo creo.

Casi por casualidad, un día escuchando la tele lo comentan de refilón, pero como todavía faltan bastantes días, lo olvido por completo. Investigo por Internet de qué se trata exactamente porque sé que hay Diamond League, Golden League, etc… pero de la IAFF estoy un poco pez. La página que anuncia el suceso deja mucho que desear. 


Llegadas las fechas -segunda semana de septiembre- veo carteles por las calles y anuncios en la televisión. Parece que va en serio, aunque lo de Bolt sigo poniéndolo en cuarentena. Me lo empiezo a creer cuando veo que las que anuncian la reunión son las atletas Isinbayeva, que tiene el récord mundial de salto de pértiga, y Blanca Vlasic, que es la campeona del mundo de salto de altura. 

Me pongo a buscar cómo puedo conseguir las entradas. Una mañana de domingo, si no recuerdo mal, voy a un cajero del banco que toca e ingreso la pasta. Creo que fueron 15 euros por persona los dos días. Por suerte, no tenemos ningún problema.

Una tarde cualquiera salimos de paseo mi mujer y yo en dirección al mar y a las tiendas. A la altura de la calle Tsimiski escuchamos cierto murmullo y vemos a un grupo de gente en la calle que parece esperar algo o a alguien.


Cuando veo que están haciendo cola junto a la tienda de Puma se me enciende una lucecita en la cabeza. ¿Estarán esperando a Bolt?

Reacciono de inmediato. Abandono a mi mujer. Salgo corriendo. La cuesta hacia a casa no es muy pronunciada, pero igualmente cansa. No sé si llegaré a tiempo. Sudo.
Subo las escaleras de dos en dos, entro en casa tropezando con algunos zapatos y cojo la cámara de fotos que está en el cajón. En Salónica conviene siempre llevar la cámara encima. También agarro una de mis zapatillas, que es Puma y está casi nueva. Ahora bajo las escaleras de tres en tres. Sólo espero que no sea demasiado tarde. A lo mejor el campeón hace acto de presencia y se va a los dos minutos. Lo desconozco.
Agarro a mi mujer, que me está esperando, y nos metemos por entre la gente. Conectamos nuestros pabellones auditivos. Bolt llega en un cuarto de hora y firmará autógrafos. Nos colamos con los periodistas y algunos VIP. 

La tienda está engalanada para la ocasión, con fotos y camisetas de Bolt por todos lados. Me regalan también unos brazos-alas de goma espuma enormes que simulan el gesto característico de Usain. Siempre lo hace cuando gana. 


En la sala hay muchas cámaras de televisión, micrófonos, grabadoras… También un atleta griego saltador de altura, que ya está retirado, que hace como de maestro de ceremonias. Hay una silla, una mesa y unas vallas que las separan de nosotros. Ahí firmará. 

Los dependientes intentan vender algo aunque, como casi no se cabe, nadie se puede mover. 

Nos enteramos de que Kostas Papanikolau, jugador de baloncesto, ha fichado por el Olimpiakós. Lo están comentando algunos periodistas de la ciudad. 

Antes de que entre por la puerta el atleta, se producen varias falsas alarmas. La seguridad privada y algunos policías prohíben la entrada a la gente. Nosotros estamos dentro. Se retrasa bastante y el calor aprieta. Algunos chavales también consiguieron quedarse y hacen cola con tal de ser los primeros.

La temperatura de la sala, el murmullo de la gente y el calor humano no se soportan más. Por suerte, esta vez sí, Bolt viene.

Se oyen los gritos de la gente y miembros de seguridad hacen hueco. Un pequeño pasillo permitirá que pase el séquito. 


Flanqueado por dos o tres guardaespaldas, aparece el monstruo. Es altísimo. Viste con ropa deportiva y va escuchando música. Está muy serio. Intuyo que a lo mejor no se siente cómodo en este tipo de escenarios. Desaparece por unas escaleras que dan a la parte de arriba. Al parecer allí se hace unas fotos para la tienda y demás.

Aparecen también los políticos, claro, y los hijos de los políticos… Tienen una cara que se la pisan. 

La gente se impacienta. De nuevo aparece el segurata chulo y Bolt toma asiento detrás del sitio vallado. Sin embargo, todavía tardará un rato en pasar la fila. Una serie de periodistas se adelantan y le entrevistan. El saltador de altura que dijimos es quien traduce las preguntas. 


Como imagino que fuera está cada vez más lleno y los minutos pasan, deciden abrir la valla. La gente circula cuan procesión. No dejan que la gente se pare más de tres o cuatro segundos, lo justo para que Bolt firme una de sus fotos. Pero llega mi turno y, ni corto ni perezoso, saco de la bolsa una de mis zapatillas. Me mira serio y, sin mediar palabra, firma. No dejan que nos acerquemos para tirar alguna foto, así que hacemos lo que podemos. Más contento que unas Pascuas salgo de allí con una foto firmada, una zapatilla y mis brazos  who´s faster? Como un niño con zapatos nuevos, oiga.


La foto se la regalé a mi amigo Luis, ex atleta, pero la zapatilla, que casi no me la pongo, la guardo como oro en paño.


El acto publicitario tuvo lugar un jueves. El sábado y el domingo se produjo la reunión, a la que asistimos gustosos. Vinieron un montón de campeones y lo pasamos muy bien. Javier Sotomayor, medalla de oro en Barcelona 92 en salto de altura, estaba cerca de nosotros.

Usain Bolt montó su espectáculo. Mientras sonaba Zorba el Griego antes de los 200 metros, empezó a puntear como si tuviera una guitarra eléctrica. Se puso a bailar con la complicidad de los otros corredores. Ganó de calle la carrera.


Está claro que donde habla y se siente cómodo Bolt es en la pista y no firmando autógrafos. Grande Bolt.

Entrenándose en mi campo de entrenamiento:


http://www.youtube.com/watch?v=Qgf6Y_NXVkA&feature=related 

El show:

http://www.youtube.com/watch?v=dLvDA9gDh8Y&feature=related

La carrera:

http://www.youtube.com/watch?v=3N41hheW7tE&feature=related


Un pequeño apunte:


http://www.primerahora.com/boltganalos200metrosenfinalmundialdeatletismo-330586.html