La colonia española de Salónica estamos de enhorabuena. El día 26 de marzo de 2012 Ryanair estrena una nueva ruta que nos conectará con España sin escalas. Hasta ahora no era posible. Al ser catalán, me va cojonudo porque los vuelos son Girona-Salónica.
Como la clientela que utiliza las líneas de bajo coste suele viajar pocos días, voy a echarles un cable. Este post va dirigido, principalmente, a los que cumplan los siguientes requisitos:
- Viajeros de mochila a quienes les guste mezclarse con la gente y ver lo típico de cada lugar.
- Ciudadanos que estén dispuestos a caminar, pero también a sentarse y descansar con un buen frappé en la mano.
- Aventureros a quienes les guste disfrutar tanto de un museo como de una taberna o de un partido de fútbol.
- Amantes o amigos de la historia.
- Aficionados a la fiesta con ganas de pasarlo bien.
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Nada más bajar del avión y una vez recogidas las maletas o la mochila, se puede o coger un taxi o el autobús. Del aeropuerto al centro hay entre 5 y 10 kilómetros. Aunque los taxis aquí no son ni la mitad de caros que en Cataluña -sé de lo que hablo-, recomiendo usar el autobús. A veces a los taxistas se les “va la mano” con el taxímetro cuando se trata de ir o de volver del aeropuerto.
La parada del autobús está justo al salir de la terminal y, como sólo pasa una línea, la 78, es imposible equivocarse. Un billete sencillo cuesta 80 céntimos si se compra en un quiosco -hay uno al lado de la parada- o 90 si se hace dentro del propio bus, en la máquina. ¡Atención que no da cambio! Hay que validarlo al subir en una de las máquinas naranjas. Los buses suelen ser dobles y se accede a ellos por cualquiera de las puertas. No suele pasar el revisor, pero mejor no arriesgarse porque las líneas más largas, como ésta (va desde el Aeropuerto hasta la Estación), son las más frecuentadas por los inspectores.
Una voz va recitando las paradas en griego y en inglés. Desde el aeropuerto hasta las paradas centrales de la ciudad hay unos 20 minutos, dependiendo del tráfico. La dos paradas más importantes del centro son Kamara, inconfundible por el Arco de Galerio que “la guarda” y la Plaza Aristóteles, un kilómetro más allá siguiendo la Vía Egnatia. La línea muere en la estación de tren, en la misma avenida.
Salónica está llena de hoteles y de pensiones interesantes. El nivel y la calidad de los mismos es bastante bueno. Los precios son parecidos a los de España y varían según la temporada. En la misma vía Egnatía, entre la Plaza Aristóteles y la Estación hay algunos de los más conocidos. La zona, a día de hoy, está patas arribas por las obras de metro. En el barrio de Ladádika y otros colindantes hay hoteles de calidad notable y están cerca del mar. Éstos son más caros que los anteriores aunque si se busca bien se pueden encontrar ofertas interesantes para el bolsillo. Es cuestión de preguntar.
Una vez hospedados, ¿qué es lo que no hay que perderse?
- La Plaza Aristóteles, el Arco de Galerio, la Estatua de Alejandro Magno, el Palacio de Galerio, la Rotonda, la Torre Blanca y la Iglesia de Άγιος Διμίτριος son los lugares más conocidos de la ciudad.
Podríamos empezar nuestra ruta matutina por la Iglesia de Άγιος Διμιτριος, cerca de la parte alta de la ciudad. Nos acercaremos al altar y bajaremos a la cripta por la parte derecha. A veces la puerta parece cerrada pero no lo está. Conviene saber también que no se permiten visitas a la cripta en horas de liturgia. En la iglesia será el lugar donde veremos más turistas de toda la ciudad, la mayoría de países de Este.
Bajaremos por la callecita del Soldado Desconocido (Άγνοστου Στρατιότου) y nos asomaremos al Agorá, que está muy cerca y pilla de camino. Suele estar cerrado, pero no importa porque todo lo que hay que ver se ve desde fuera, donde además hay algún cartel informativo. Seguimos en dirección al mar y cruzamos la Plaza de los Jugzados (Πλατεία Δικαστιρίων), que tiene más de parque que de plaza. Allí hay una curiosa iglesia bizantina (Παναγία Χαλκέων), la Estatua de Benizelos y los antiguos Baños turcos, hoy convertidos en sala de exposiciones. Desgraciadamente, tanto al iglesia -salvo si hay misa- como los baños suelen estar cerrados. Cruzaremos la Egnatia, que es la principal vía de la ciudad y pasearemos por una enorme avenida que conduce a la Plaza Aristóteles.
Una vez en el mar, nos dirigiremos hacia la Torre Blanca por el paseo marítimo. Como la torre es también museo, sigue los horarios de los museos. Creo que cobran 3 euros por persona. Es sumamente interesante y, aunque no tienen teléfonos-guía en español, merece la pena subir y visitar las diferentes plantas.
Desde arriba de la torre se divisa la Rotonda o Iglesia de San Jorge. Recomiendo subir por la Plaza Navarino (Πλατεία Ναβαρίνου). Para ello, deberemos retroceder un poco volviendo por el paseo por el que hemos venido y cruzar por el primer semáforo. Por el camino nos encontraremos algunas llamativas estatuas. Remontaremos la plaza hasta encontrarnos con las ruinas del Palacio de Galerio. Se puede entrar y es gratis, aunque la puerta está en el otro lado. Dentro hay paneles de información y planos que ayudan al turista. Prácticamente todo lo que hay que ver se ve desde la misma plaza, así que si tienen prisa o están cansados, pueden saltarse la visita. Divisaremos el Arco de Galerio al fondo y la Rotonda poco más allá. Como en la Rotonda no hay misas, se rige por el horario de los museos. Es más espectacular desde fuera que desde dentro.
- Para que la visita fuera completa, deberían visitarse también las siguientes iglesias: Santa Sofía, la Metrópolis y Axeiropitos. Están prácticamente “en ruta” o hay que desviarse un poco, pero merecen la pena. Hay muchas más iglesias en la parte alta, pero como la visita es de tres días, las pasaremos por alto.
- Otra variante de la ruta sería la de empezar pronto por la zona de Eptapirgo. Para llegar allí hay que coger el bus 23 o estar dispuesto a caminar cuesta arriba. Las vistas de la ciudad desde la parte alta son espectaculares y las fotos quedan fantásticamente bien. Luego se puede bajar andando hasta Άγιος Διμίτριος y seguir la ruta indicada.
- Los mejores museos de la ciudad son el de la Torre Blanca, el Museo Arqueológico y el Museo Bizantino. Están muy cerca el uno del otro y sé que hay una entrada conjunta del Arqueológico y el Bizantino, si se desea. Si la visita a la ciudad es de dos o tres días, tengan en cuenta que son grandes y “gastarán” dos o tres horas.
COMIDA.
Si hay algo por lo que destaca Salónica es por su oferta y calidad culinaria, conocida en todo el país. Se puede comer prácticamente a cualquier hora y no es muy caro. Hay muchos locales de comida rápida y pocos restaurantes para gourmets. Es el paraíso de los estudiantes.
¿Qué comer? Ustedes mismos. Todo está rico. ¿Qué es lo más típico de aquí? La “bougatsa” y el “soublaki”. Lo primero se come para desayunar -básicamente es hojaldre con crema o con queso- y lo segundo para comer o cenar -es pincho de carne-. A partir de ahí, “a jugar”.
¿Qué beber? El vino más típico es el Retsina, aunque produce dolor de cabeza. Conviene pedir el vino normal de la casa a granel que lo sirven en jarritas de medio. El ouzo y el tsipouro son los licores preferidos por los abuelos.
Los griegos se pasan el día bebiendo café. Dejo este enlace.
- Un día hay que pasarse por el barrio de Ladádika a comer o a cenar sí o sí. Busquen tabernas típicas y no duden en preguntar a los camareros.
- Otro sitio parecido obligatorio es la Plaza Átonos, pegada a la de Aristóteles. En realidad son una serie de calles peatonales que se entrecruzan. Ha bajado mucho y hay algunas tabernas demasiado turísticas, pero les gustará.
- La zona de Eptapirgo, en la parte alta de la ciudad, contiene algunas de las tabernas más elegantes, típicas y buenas, pero está un poco lejos. Hay que coger el bus 23. Busquen alguna en la que haya música en directo.
- Ouzo Melathron está junto al mercado, cerca de la Plaza Aristóteles y de Ladádika. En esa misma zona hay varios muy pintorescos, decorados como en las islas.
- Big Bazar. Cerca de San Demetrio, es ideal para estudiantes. Una serie de bares unidos dentro de un patio interior, que parece que albergaba el antiguo mercado. Decoración rústica y sencilla, animación y buena gente es lo que encontraréis allí. Si van un jueves, un viernes o un sábado a partir de las 22:00 lo tendrán difícil para encontrar sitio. Y eso que hay unos cuantos.
CAFETERÍAS.
Las cafeterías en Grecia son “de categoría” y los precios son exagerados. Puestos a pagar, ahí van algunos de los mejores sitios para tomarse un café o una cerveza:
- Torre de OTE. En la torre de comunicaciones, que es como una especie de Pirulí, hay un bar. Hay que coger el ascensor. Está en altura, es de los que gira y puedes ver toda la ciudad mientras bebes algo.
- Zona Eptapirgo. Allí hay alguna terraza con vistas espectaculares. Bus 23, recuerden.
- En la zona del puerto hay muchas cafeterías. Desde el Kitchen Bar de una de las puntas hasta el hotel Makedonia Palace encontraremos muchas a lo largo del paseo. En la misma Plaza Aristóteles hay unas cuantas dignas de París. En la terraza de la última planta del hotel Ilektra Palace, en la misma Plaza Aristóteles, se puede tomar café a casi cualquier hora. Algunas de las más conocidas son Ernest, Le Nouveau café o Le Garçon.
Se puede pedir café en muchos sitios y llevarlo en la mano para irlo sorbiendo. Sale baratísimo y se sirve en vaso de plástico, claro.
FIESTA.
En Salónica “no se duerme”, dicen. El problema es que sale bastante caro. Los precios de las cervezas no suelen bajar de los 5 euros y los de los cubatas de 9 o 10, dependiendo del sitio. Los griegos son mucho de sentarse y charlar, incluso por la noche. Es por éso que las cafeterías están abiertas y llenas hasta altas horas.
La zona más conocida para ir de juerga es Vilka. Está en las afueras y hay que coger la línea 31 en dirección a KTEL, que es la Estación de Autobuses. Hay varios “bouzoukia” y locales grandes llenos de gente joven. En caso de duda, sigan a las jóvenes que suben al bus maquilladas. No tiene pérdida. Ir a un “bouzoukia”, que sería como una sala de fiestas con música en vivo, requiere dinero. Muchas veces, dependiendo del cartel de la noche, hay que reservar mesa. Una mesa larga para ocho o nueve personas debe costar unos 150 euros, que incluyen una botella de bebida alcohólica. Asistir a un “bouzouki” es toda una experiencia, aunque “para gustos, los colores”.
DEPORTE.
Aquí se vive el deporte muy intensamente, principalmente el fútbol. La línea 10 nos lleva al campo de Aris y la 14 al del PAOK. Si lo que se desea es baloncesto, el Aris juega en el Alexandrio, pabellón que está dentro del recinto ferial. No hace falta coger el bus. El PAOK de baloncesto juega en las afueras y la combinación de buses es complicada. Lo mejor sería coger uno cualquiera de los que va a IKEA y preguntar al chófer por la parada más cercana. Cualquier derby entre los dos equipos les volverá locos así como cualquier partido contra el Olympiakós, el Panathinaikós o el AEK.
ÚLTIMOS CONSEJOS.
Tres días en Salónica no son suficientes. Sólo da tiempo para ver el centro y visitar los principales lugares. Hay bonitas zonas de playa y barrios interesantes que deberán ser visitados en el futuro. Con más tiempo y vehiculo propio se pueden hacer muchas y muy diversas excursiones por los alrededores. Durante el verano la cantidad de posibilidades aumenta.
¡Qué bien me viene esta información! Tengo una amiga en Salónica y posiblemente vaya a visitarla dentro de poco, y como voy una semana, también me ha dicho que es mejor visitar sólo una ciudad (yo estaba pensando en Atenas y en Salónica). Gracias por esta entrada, me ha encantado.
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