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lunes, 27 de junio de 2011

El opio del pueblo.


Tan típico como el frappé es el vaso en el que se sirve.
  
El agua es siempre la pareja de baile ideal.

Es la bebida nacional. El frappé es a Grecia lo que el mate a Argentina. El opio del pueblo. Todas las discusiones y los debates terminan en un bar con un frapé en una mano.

En la Wikipedia explican que apareció casi por casualidad en 1957, en el marco de la Exposición Universal de Salónica. Un comercial que andaba promocionando una bebida de cacao para niños, improvisó un café con hielo para un cliente debido a que no encontraba agua caliente. Los grandes inventos de la unidad siempre nacen de la casualidad.


Ingredientes:

Azúcar (opcional)
Agua fría
Hielo
Nescafé
Leche condensada (opcional)

¿Qué más necesitamos?

Frapera y vaso o, en su defecto, Shaker. Y pajita.


Cuando uno se toma un frappé por primera vez en un bar, le da la impresión que los 4 euros están bien invertidos. Sabe a gloria. En una buena cafetería, con mesas de diseño, vistas al mar, con esa graciosa espuma y esas galletitas que actúan de partenaire… Una delicia, vamos. Hemos descubierto la luna. 

Pero claro, si uno no está acostumbrado, pasa lo que pasa. Los posibles efectos secundarios de un frapé tomado en un mal momento son el “corre corre” -porque te cagas-, insomnio a la hora de la siesta e hinchazón de estómago que te corta el hambre.

Está claro que para los muy cafeteros el frappé es un atentado, un error genético, una herejía. 

Yo recomiendo tomar el frappé pronto por la mañana. Hacerlo a las 12 como hacen muchos te quitará las ganas de comer. Es infinita la cantidad de gente, generalmente joven, que se sienta a eso de las 11 y no se levanta hasta las 15 de la tarde. El frappé se pasa las cuatro horas ahí, acompañando a los jugadores de backgammon o de cartas de la universidad. En España nos tomaríamos tres o cuatro cervezas en el mismo tiempo. 



Pagar 4 euros por un café es una animalada. ¡Basta ya! Con la crisis, los bares sacan sus pizarras a la calle y con letreros escritos en tiza anuncian: ¡cafés 2 euros!. 

Sigue siendo un robo. No conviene. Lo que se lleva mucho es el “paketo”, es decir, llevárselo en la mano por 1 euro. Pagar un euro por un frapé nos lo podemos permitir. 

Aun así, más barato te saldrá si te lo haces tú. Veamos paso a paso cómo podéis hacer en casa el frappé.

Kit completo.

Partamos de la siguiente base: no a todos nos gusta igual el café y no todos los cafés son iguales. Básicamente porque las cantidades nunca son las mismas. 

Para empezar, daremos varias opciones:

- Primera opción: venden unas bolsitas cerradas en las que hay shaker, pajita, café y azúcar. Es la opción más barata, pero necesitas agua. Lo metes todo dentro, meneas y listo. Algunos kits incluyen un botecito de leche condensada. Atraviesas la tapa del shaker con la pajita por el centro de la misma y a beber. Esta opción sólo la recomiendo en casos extremos. Se venden en cualquier quiosco y son muy útiles y baratos. En las excursiones, llevad alguno en la maleta. Tened en cuenta que no hay hielo.

- Segunda opción: compras un shaker de los muchos que hay por un euro y viertes poco a poco los ingredientes. Primero una cuchara, una y media o dos, al gusto. Luego el azúcar, también al gusto. Un poquito de agua, cerramos el shaker y removemos con fruición. Hay que remenar a gusto; debemos pensar que la función que haría la frapera es la que estamos haciendo nosotros ahora. A continuación, abrimos y echamos agua y hielo. Lo canónico dice que la leche se pone al final, también al gusto. Es preferible poner bastante hielo. El problema que tendremos con el shaker es que la espuma no aguanta mucho rato en el recipiente y al final da la impresión que uno se está tomando un café con leche frío -que en el fondo es lo que es-


- Tercera opción: tras colocar el café, el azúcar y una pequeña cantidad de agua, utilizamos la frapera, que no es más que un “blender para café”.  Le damos un poco de caña hasta que se mezcle todo bien y añadimos cubitos, agua y leche condensada.


Tanto la cantidad de azúcar como la de leche varía en función de los gustos de cada uno. Se pedirá “sketo” si no se quiere azúcar, “metrio” si se quiere un poco y “glykó” si se prefiere dulce. 

1 comentario:

  1. FUE EL MEJOR FRAPPE QUE TOME Y LO HACIA A DIARIO CUANOD VIVI ALLA, MUY BUENO

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