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lunes, 26 de septiembre de 2011

Turismo en Atenas: tres días bastan.


Nota: ésta es mi visión personal y algo pesimista de la ciudad. Ya os explicaré otro día las cosas positivas de la misma.


Aunque suene fuerte el titular, es así. No merece la pena ir a pasar una semana a Atenas. Yo no sé cómo diablos sería hace unos años, pero desde luego hoy en día deja mucho que desear.

Puntualizo. Si tenéis que ir a Atenas, hacedlo, pero no os quedéis allí más de tres días. Visitad la Acrópolis, el museo, dad un paseo por los alrededores, comed en Monastiraki o en Plaka y coged un bus turístico que os de una vuelta por la zona. Recomendaría también la Plaza Syntagma tomando ciertas precauciones, porque es el centro de las protestas y uno puede salir escaldado. Toda la zona que describo puede verse en tres días perfectamente y puede recorrerse a pie. 

¿Qué supone ir a Atenas hoy?

- Encontrarse con una universidad ocupada y sucia, llena de hippies que parece que no tengan donde vivir.

- Chocar con alguna manifestación y/o verse de repente rodeado de policías. Se corre el riesgo de “recibir palo” o de “esnifar” gas lacrimógeno.

- No poder entrar en museos por hallarse sus trabajadores en huelga.

- Tener que caminar porque no hay taxis debido a la huelga.

- Poder coger el metro a la ida pero no a la vuelta, porque durante ciertas horas no circula.

-  Ver muchísimos inmigrantes ilegales que sólo venden chorradas. A las puertas del Museo de la Acrópolis sólo oyes hablar pakistaní. Dan mala imagen aunque no hacen nada malo.

- Encontrarse con una ciudad sucia y con jóvenes que no respetan el mobiliario urbano. Exceptuando las calles peatonales de la ciudad, todo lo demás está sucio. Al metro también lo salvo, porque es moderno y está limpio, aunque algunas paradas dejan mucho que desear. 

- Tener que esquivar drogadictos y vagabundos por la calle. No hacen nada pero no es agradable, la verdad. Especialmente en ciertas zonas no es recomendable pasear de noche. Omonia en particular es de las peores zonas. Las múltiples quejas de los vecinos no han servido de nada y las prostitutas campan a sus anchas por la calle. Lo triste es que la plaza apenas está a dos paradas de metro del centro puro y duro de la ciudad. Incluso hay hoteles por la zona y los turistas deben buscar calles anchas e iluminadas hasta llegar a los mismos. 

- Sentirse “inseguro“ o “incómodo“. Grecia es un país seguro y Atenas también lo es, pero aquellos que vengan de ciertos países europeos, no verán policía patrullando por ningún lado. Ahora mismo a los policías de Atenas les pagan para proteger al político, no al ciudadano.   

- Encontrarse con una ciudad mal iluminada. Si uno sale de noche por Atenas, que se quede en Plaka o en Monastiraki. Las farolas iluminan poco pero hay muchas tabernas que ayudan bastante a ello.  

- Quedarse parado en algún atasco. Hay que evitar moverse por Atenas en coche. Es el caos absoluto. Taxis, autobuses, motos y particulares intentan pasar por la misma calle y a la misma hora. Los embotellamientos que se producen son tremendos y los conductores impacientes no dejan de pitar. Hay muchísima polución, claro.

- No poder coger el barco cuando toca. Las huelgas afectan también al Puerto del Pireo, que suele dejar en tierra a muchos turistas durante el verano. Las agencias improvisan noches de hotel para los viajantes hasta que los capitanes decidan moverse. También han habido varias huelgas de aviones, con lo que ello comporta.

Sé que acabo de dinamitar una posible visita a Atenas, pero la triste realidad es esta. 

A lo largo del día los telediarios nos leen “la cartilla” o el “menú de las huelgas“, es decir el calendario de protestas. Pueden coincidir huelgas/manifestaciones de: taxis, buses, tram, tren, trabajadores del DEI (compañía de electricidad), estudiantes, médicos, enfermeras, profesores y un largo etcétera.

La situación que se vive en Atenas no tiene visos de cambiar. La crisis parece no tener fin aunque la capital seguirá siempre teniendo turistas. Pero está claro que la situación no ayuda a que su número crezca. La imagen que se llevan los que han estado en Atenas no es buena y lo peor que piensan que toda Grecia es así. 

No debemos confundir Atenas con el resto de Grecia. En el extranjero sólo se nombra a Atenas cunado se habla de Grecia. Craso error. Precisamente lo mejor de Grecia es lo que hay fuera de Atenas. 

Donde se ponga una ruta en barco por las islas, Creta, Corfú o Santorini que se quite lo demás. Otra zona muy visitada por estudiantes en viajes de fin de curso es el Peloponeso, Micenas y Patras. ¡Tampoco es lo mejor de Grecia! Es mucho mejor hacer una ruta por el norte, visitando el Olimpio, Salónica y Kabala, por ejemplo. También recomendaría recorrer las Islas Jónicas y las zonas cercanas. 

Pues lo dicho, Atenas sí pero no más de tres días. Mejor volar al norte o embarcarse en busca de aventuras. 

2 comentarios:

  1. Con todo mi pesar, he de darle la razón.
    No sabría explicarle cómo me sentí al comprobar que lo que dice usted es cierto, y eso que fuimos mi marido y yo hace algunos años, cuando la situación del país no era todavía tan dramática.
    B7s

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  2. Disiento completamente, señor Ortega. Salta a la vista que solo conoce Atenas de forma superficial como visitante. Me temo que muchas de las cosas que denuncia son extrapolables a todas las ciudades griegas. ¿O acaso Tesalónica es una ciudad limpia, ordenada y sin tráfico? Por otra parte, es lógico que el patio ande revuelto en Atenas, debido a la enorme crisis política, económica y social que vive el país del cual es la capital. No obstante, eso la hace aún más interesante al visitante que no se conforma con la ruta manida que usted propone. Conozco bien Grecia. Macedonia es una bellísima región con un patrimonio inmenso, que cuenta, quizá, con la mejor gastronomía del país. Sin embargo, despreciar el Peloponeso, el tesoro arqueológico de una civilización milenaria, para ensalzar el norte porque es lo que usted mejor conoce, no resulta sensato.
    Manel A.

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