La Pascua Ortodoxa Griega no siempre coincide con
la Pascua Católica (este año sí): unas veces es el mismo día, pero otras se
celebra 35 días después o una semana. No hay que confundir la Pascua Ortodoxa
Griega con la Rusa, que se celebra en los "países de influencia rusa". Recordemos
que las navidades rusa y griega no coinciden, a pesar de tratarse ambas de
religiones ortodoxas.
Si de calendario hablamos, Grecia va al margen de
todos, vamos, si bien es cierto que con los rusos la única diferencia
prácticamente es ésa.
Muchas de las fiestas del país heleno están
relacionadas o con la religión o con la comida. En este sentido, la Pascua es
la más importante porque mezcla las dos cosas.
No son pocas las personas que cumplen el ayuno de
la Cuaresma. Reconozco que estar cerca de 50 días sin comer carne tiene mucho
mérito. La prueba de que hay bastantes ciudadanos que respetan el ayuno la
encontramos en las cartas de los restaurantes. Todos ofrecen menús huérfanos de
carne, llamados “nistísimos”.
La que procura cumplir con el régimen es la gente
mayor, aunque no es sorprendente econtrar a chicos y chicas jóvenes que estos
días prefieren los pimientos rellenos de arroz –sin carne picada- a los bistecs
–“brizoles”-.
Todas las iglesias se llenan los viernes por la
noche y los domingos por la mañana, principalmente, aunque cada día se reúne
gente para rezar. Nada que ver con España, donde hay católicos que sólo pisan
la iglesia una vez al año.
En Grecia no hay procesiones ni Via Crucis. Se vive en recogimiento. No
hay esculturas y lo único que se muestra es un icono con una imagen de la
Pasión. Los fieles se acercarán al altar para adorarlo tras esperar
pacientemente en la cola.
No es de extrañar que cuando les expliques qué son
los pasos de Semana Santa y cómo se viven en ciertos lugares de España, no lo
entiendan. Para ellos, la Pascua es recogimiento y respeto. Salir a la calle
con una imagen de Cristo en tres dimensiones les choca bastante. Tampoco
entienden muy bien que en una Procesión haya público, como si se trate de una
desfile o un espectáculo. Demasiada parafernalia.
En Grecia no sólo se llenan las iglesias, sino
también los monasterios y lugares habituales de peregrinación. Aumentan las
visitas a Agios Oros a pesar de que allí van con otro calendario y la Pascua se
celebra después.
La agenda cultural de estos días también se vuelca
con la Pascua. En muchos lugares se organizan conciertos de música bizantina,
se dan conferencias y charlas relacionadas con la Semana Santa. No se hacen
representaciones de la Pasión.
Los griegos acuden al mercado o al carnicero de
confianza antes del sábado para encargar la carne que se comerán el domingo.
Muchas tiendas decoran sus escaparates con velas
policromadas para los niños y huevos de Pascua. De esta época son típicos los “tsourekis”, un pan dulce que a veces
lleva chocolate.
Para el domingo se habrán pintado huevos duros,
con los que se “brindará” deseando
una buena Pascua. Se trata de chocar el óvalo elemento con el del vecino para
ver quién rompe el huevo de quién.
Las misas ortodoxas son largas, cantadas y en
griego antiguo. Si ya se hacen pesadas las liturgias del domingo, aguantar las
de Semana Santa hasta el final se convierte, para los que no están
acostumbrados, en una auténtica heroicidad. Hay liturgias y oraciones que
pueden llegar casi a las 4 horas. En muchos monasterios se reza/canta desde las
19:00 hasta las 4:00 AM, la vigilia del sábado al domingo. Los monjes y los
cantantes de salmos salen de vez en cuando a refrescarse la cara para conseguir
aguantar.
El sábado se celebra la Misa del Gallo –en Grecia
no la llaman así, claro- en la que se leen 12 lecturas y se van apagando velas.
A las 24:00 se quita la sábana de la imagen de Cristo, se encienden las velas y
se canta el “Christos Anesti” (Jesús ha
resucitado). Se felicita la Pascua y muchos laicos se marchan en estampida
a pesar de que la liturgia sigue.
La Pascua se celebra el domingo con una comida
familiar de lo más frugal. En muchos patios o jardines los particulares asan un
cordero o una cabra, que empalan convenientemente y la bañan en jugo. Requiere
horas de preparación si lo que se quiere es concinarlo bien. Una vez
embadurnada la pieza con el marinado, se le dan vueltas hasta que se dore.
Se consume carne de todo tipo y las ensaladas
quedan marginadas en la esquina. Se bebe, se brinda y se disfruta de un día en
familia.
Sin duda, el contraste entre los días de Semana
Santa (Megali Emdomada) y lo que vienen después del domingo es mucho mayor que
en España, que religiosamente hablando es un país casi ateo si lo comparamos
con Grecia.
El siguiente enlace puede completar prefectamente
la lectura. Pinchad aquí.
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