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viernes, 8 de julio de 2011

Amouliani, una agradable sorpresa.




Situada entre la segunda y la tercera pata de Xalkidikí se halla la isla de Amouliani. Es bastante desconocida fuera, aunque en el norte son muchos los que pasan allí sus vacaciones de verano. Al estar cerca de Salónica, saliendo pronto puedes pasar un día de excursión agradable. Yo recomiendo un fin de semana o tres días. La isla es tan pequeña que no da para más días, a no ser que la intención sea la de quedarse a descansar y relajarse.

Desde Salónica hay varias rutas que nos llevan a la tercera península. Lo más rápido es coger la Egnatia hacia Kabala y luego bajar por Olimpiada. La carretera hasta el desvío es muy buena y luego, aunque empeora ligeramente, es aceptable. Por el sur suele haber tráfico los fines de semana y la carretera se vuelve carril único cuando nos acercamos a la segunda pata. Con todo, si uno no tiene prisa en llegar, puede ir parando en algunas de las playas que hay cerca de la carretera. Por el interior hay otra carretera de curvas que no recomiendo, a pesar de tener tramos realmente bonitos. En invierno, si lo que se pretende es visitar pueblos, se puede ir por dentro haciendo paradas.

Para cruzar a la isla hay que llegar hasta un lugar llamado Tripití. No es ni siquiera un pueblo. Podríamos considerarlo como el muelle de Nea Roda, que es la población que queda a pocos kilómetros. No es necesario llegar hasta Ouranópolis, que está más abajo, para cruzar. 


El barco que nos transporta a la isla es pequeño pero hace muchos viajes. Sale cada media hora. Amouliani se ve desde la orilla, así como otras pequeñas islitas que hay alrededor. A lo lejos se divisa el Monte Athos y la península de Agio Oros.

No es necesario embarcar el coche. Hay gente que aparca el coche en el muelle y cruza a la isla sin vehículo. Desde luego, en la isla de Amouliani el coche es prescindible si lo que se quiere es sólo permanecer allí un día o dos. En coche la isla puede ser recorrida en menos de un día.

Los vehículos de Amouliani son las barquitas de motor. Se alquilan en cualquier lado y no hace falta tener ningún carné especial; sólo el de conducir. Desconozco el precio por día, pero no creo que sea muy caro y además te permite moverte de lado a lado muy cómodamente. Incluso existe la posibilidad de acercarse a las caletas de las otras islas, cosa que con el coche es imposible porque no llegan barcas grandes. 

Una opción interesante y económica es la de coger un enorme barco decorado a la antigua, como de piratas, que te da una vuelta grande a la isla, realizando paradas para el baño. La gente joven de la zona lo prefiere porque sale bien de precio y te lleva a las mejores playas. Lanzarse al mar desde un barco pirata es un lujo. El barco echa un rato el ancla y el que quiere se tira al agua y nada hasta la costa. Al cabo de una hora suena la bocina y los bañistas nadan hasta el barco y suben por las escaleras. 


Pero lo ideal, creo yo, sería alquilar una barca de motor. Tienes libertad para hacer lo que quieras. Los valientes le meten caña y ves como las barcas levantan el morro peligrosamente. Cuando estuvimos apenas había oleaje a pesar de que soplaba el aire ligeramente. El Egeo volvió a no defraudarnos. La temperatura del agua, la ausencia de olas y la limpieza eran ideales.


La capital de la isla vive del turismo. Hay hoteles y apártateles por todos lados e imagino que los nativos también alquilan habitaciones. Hay varias zonas interesantes, todavía poco urbanizadas, que las hacen agradables y tranquilas. Cada puertecito tiene su zona de tabernas y cafeterías. 


En agosto me han dicho que Amoulani se llena y pierde gran parte del encanto. Desde luego, hay que evitar viajar en temporada alta. La isla es bastante salvaje y, aunque  empiezan a verse construcciones horrorosas de cemento, no está inundada de mamotretos. No sé yo cómo estará dentro de unos años.

Como suele pasar en Grecia, cada caleta tiene su cantina. Aquí la cantina no es más que un camión o camioneta de venta ambulante de comida. Nunca pasaréis hambre. El olor a pincho de carne se mete en el mar y atrae a los nadadores hacia la costa. 

Nos pegamos un buen baño y comimos unos sándwiches que habíamos traído de casa. Volvimos a coger el coche para ir a otra playa. Tuvimos que volver atrás porque la carretera terminaba en la cala. Las señalizaciones en la isla no son muy buenas y es posible que, si nos vamos en busca de aventuras, acabemos en una calle sin salida o en un precipicio rocoso. 


A la segunda playa llegamos después de que se acabase el asfalto. Era una playa muy estrecha, como la mayoría de las de por aquí, con varios chiringuitos. Soplaba el aire porque era bastante abierta, pero en el mar se estaba de fábula, con un agua limpia y clara y una arena fina fantástica.


Como queríamos aprovechar el día, regresamos pronto y fuimos a Ouranópolis. La idea era la de pegarse un último baño y tomar un café. 

Ouranópolis es prescindible. Curioso de ver, sí, pero nada más. Es el puerto que te lleva a Agio Oros. Está plagado de tiendas iguales que te venden recuerdos del Monte Atos y de los monjes. Hay apartamentos y playas, todo hecho de cara al turista. Evidentemente, la zona de tabernas es muy bonita. El pueblo vive de la montaña y de los turistas o peregrinos que van a ella. Como las mujeres no pueden cruzar, se quedan unos días en tierra mientras los varones pasan tres o cuatro días haciendo vida con los monjes. 


Hay un resort poco antes de llegar al pueblo y una gran playa, pero poca cosa más. Bueno sí, unas horrorosas urbanizaciones que se han cargado el paisaje. 

De regreso pusimos gasolina. Os recomiendo que vayáis con el depósito lleno desde la gran ciudad, porque el precio en la isla y en los alrededores es más alto. Volvimos por una carretera interior flanqueada por plantas y flores muy altas que eran como árboles. Hacían sombra. Casi sin quererlo llegamos el pueblo de Stageira, que es donde nació el gran Aristóteles. Hicimos una visita rápida al Jardín de Aristóteles y montamos otra vez. Una hora y media después estábamos de nuevo en Salónica. 


Amouliani, llamada la “Mykonos del norte”, será el objetivo de futuras visitas, sin duda.     

6 comentarios:

  1. Hola Zorba, acabo de ver tu blog. Que tal amigo. Estoy escuchando la música…ah¡¡¡el rebetico y esos bouzukis…
    Qué país más fascinante y cuanto daño están haciéndole los poderes financieros. Espero que todos acabéis con toda la justicia posible. Lo merecéis. (Excepto en el básquet, claro está ;-)).
    Te incluyo en mi blog ipso facto.
    Cuídate y un abrazo
    http://slumdar2.wordpress.com/

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  2. Hola Slum! Visito tu sitio de vez en cuando. Voy a añadir un post sobre mi lista de blogs. A ver si coincidimos en el Flagrant´s con motivo del Eurobasket.

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  3. Si te dicen que he dicho que Llull y Nikos Gallis son iguales no les haga mucho caso de mi parte.

    Força!

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  4. No he podido estar ahí pero me han hablado maravillas los clientes una vez han podido disfrutar de sus instalaciones, a ver si en un tiempo puedo darme un capricho!

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  5. Hola Rafa!

    Gracias por la info de tu blog! muy clara e interesante! Quería preguntarte si sabes como ir en transporte público desde salónica a el puerto de Tripiti...si sabes de alguna página para ver horarios y precios.

    Muchas Gracias!

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  6. Saludos Alejandra y lamento el retraso,

    primero tienes que coger un bus desde Salónica hasta KTEL de Chalkidikí, que es la central desde donde salen todos los buses a la península. Está a unos 7 kilómetros. En KTEL Chalkidiki compras el billete hacia el lugar que te interese.
    Aquí tienes horarios desde KTEL Chalkidikí a Tripití: http://www.ktel-chalkidikis.gr/index.php?act=viewCat&catId=1068
    Mírate esto también: http://www.rome2rio.com/s/Thessaloniki/Ammouliani
    Para ir a KTEL CHalkidiki tienes varias líneas que pasan por la ciudad te llevan. Aquí: http://m.oasth.gr/#index.php?md=3

    Saludos!

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