Harto de tanta corrupción, cambio de rumbo.

La Grecia sobre la que ya casi nadie escribe.

-     Baloncesto 1 – Política 0.

Año nuevo, vida nueva, blog nuevo. He creado un blog que será exclusivo de baloncesto griego, que es lo que de verdad me gusta: http://historiassobreelbaloncestogriego.blogspot.gr/

-     Seguiré actualizando este blog, aunque a partir de ahora, cambio de rumbo. Éste es el último post sobre política que escribo, a no ser que Grecia salga del euro y estalle todo por los aires, que tampoco lo descarto.

-     He acabado harto de tanta corrupción y de hablar de gente que no lo merece.

-     De ahora en adelante, mis entradas estarán relacionadas con la cultura griega y sus gentes, desde el sentido del humor, basándome en mi propia experiencia.

-     Aquí ya no tiene cabida ni los chorizos que roban a la ciudadanía, ni la violencia indiscriminada, ni la crisis. Queda dicho.

 

En Grecia siguen pasando cosas desde la última vez que descargué en el blog. El último capítulo del desvarío ha sido la fuga de un terrorista.

Mientras los enviados de la TROIKA siguen yendo de aquí para allá con sus maletines, Grecia va a peor. Ya pueden decir que las cifras macroeconómicas han mejorado o que no peligra el euro, que los griegos siguen sufriendo.

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¿Por qué hemos llegado a esta situación?

Bien fácil: mi conocimiento sobre los asuntos políticos es demasiado limitado. Hay tantísmos casos de corrupción, que se me escapan. Literalmente, me superan.

Mi intención siempre ha sido la de dar una pincelada, como observador in situ, de la situación del país. No puedo profundizar como quisiera en cada caso, porque se multiplican con el paso de los días. Creo que no merece la pena comerse el coco. Me he dado cuenta de que querer hablar de todo es imposible, inabarcable.

Para que nos hagamos una idea, y con ésto termino con la política en el blog, enumeraré los casos de corrupción que ahora mismo están sobre la mesa. Haré memoria, aunque seguro que me dejo alguno. En menos de un mes se me han acumulado posts en el word del ordennador que sólo hablan de escándalos. No me da tiempo a subirlos al blog. Debería hacer una entrada diaria, porque cada día salen cosas nuevas dignas de ser contadas. Me apoyaré en enlaces, principalmente de la página http://todossomosgriegos.wordpress.com/, donde explican con detalle los sucesos.

Se celebró el 17 de noviembre más triste de los últimos 40 años. Las manifestaciones, salvo la de Atenas, fueron sorprendentemente minoritarias. La gente siente cada vez más desapego a la llamada Generación de la Politécnica, aquella que fue severamente castigada por la dictadura. Considera que los universitarios encerrados hace 40 años en el edificio son unos “vendidos”. Ver que muchos de aquellos jóvenes luchadores, que defendían ideales nobles, hoy se sientan cómodamente en sus escaños y son los principales responsables de la situación, ha generado un desengaño generalizado.

Uno escucha por Youtube los mensajes emitidos por la radio clandestina de la época, creada en la misma Politécnica, y no puede hacer otra cosa que cabrearse. La muchacha que narra en primera persona como los tanques han entrado por la fuerza en la universidad, hoy “defiende los colores” de Nueva Democracia, el partido del Gobierno. Como ella, podríamos citar nombres de otros políticos, periodistas, empresarios, banqueros, etcétera.

40 años después de aquello, la Radio Televisión Pública (ERT) estuvo emitiendo desde la universidad los actos conmemorativos del 17N. Lo hizo de manera “ilegal”. Una vez fueron desalojados por la fuerza del edificio oficial donde seguían trabajando, se establecieron dentro de las dependencias estudiantiles.

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Ha nacido en Grecia un nuevo grupo terrorista, que reivindicó el asesinato de dos miembros de Amanecer Dorado como respuesta al crimen de Pablos Fysas, en un comunicado enviado al canal Zougla.gr. Ahora en Grecia hay una organización armada en el Parlamento y un grupo terrorista fuera de él.

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A estas historias hay que sumar una moción de censura fallida contra el Gobierno, que pasó bastante desapercibida en la prensa internacional. Nadie sabe qué pretendía Tsipras con la moción, porque estaba claro que no podía fructificar. Los rumores sobre elecciones anticipadas, ceses de ministros, vuelta del Dimar al Gobierno, crisis del mismo y cambio de Presidente son constantes, aunque ya no me creo nada.

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La conmemoración del 17N en la Universidad de Atenas se hizo con las clases cerradas. Hubo huelga de personal (duraba 11 semanas por entonces). No sé si a estas alturas todo funciona con normalidad, pero lo dudo, porque el Ministerio de Educación no se ha echado para atrás: habrá recolocaciones. Recolocaciones que acabarán en despido, aunque se nieguen, y de ahí las protestas. Es probable que los alumnos de algunas facultades no puedan examinarse y pierdan el semestre. Familias haciendo un esfuerzo para que su hijo viva en Atenas, estudie, pagando el alquiler de un piso, y el muchacho “desperdiciando el tiempo” porque no hay clase. Suena ridículo, ¿verdad?

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En Grecia, más que unas navidades negras, se han vivido unas navidades grises, por el llamado smog o niebla contaminante. Y han sido tristes, muy tristes. A dos manzanas del lugar donde el alcalde de Atenas celebraba la llegada del nuevo año, vagabundos sin techo pasaban la noche durmiendo sobre cartones. Solamente canales de televisión pequeños se hicieron eco de la situación.

El Gobierno pretende controlar el tipo de leña que quema la gente para calentarse. Que me expliquen cómo demonios se hace eso.

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El escándalo Siemens es el escándalo por excelencia. Tan profundo, tan complicado, tan antiguo... Hay implicadas empresas alemanas, políticos, periodistas, asociaciones y todo lo que os podáis imaginar. Para conocer el caso en profundidad habría que remontarse a la época de la ocupación nazi. El caso Siemmens toca todos los palos, lo abarca todo y lo mancha todo.

No exagero si digo que lo de Siemens es como los casos Bárcenas, Noos y Gürtel multiplicados por diez. Sobornos, dinero negro, concesiones a dedo, compraventa de armas, fuga de capitales, etcétera, con la complicidad de los gobiernos alemán y griego. Siemens lo salpica absolutamente todo, incluidos casos de corrupción posteriores. Es el hilo conductor de muchas cosas y que siempre está ahí. Para conocer el asunto en profundidad, pinchad aquí.

Un par de enlaces:

http://www.elmundo.es/mundodinero/2011/01/25/economia/1295981731.html http://todossomosgriegos.wordpress.com/2013/02/14/la-trama-corrupta-de-siemens-en-grecia-se-origino-en-la-ocupacion-alemana-y-siguio-subvencionando-a-politicos/

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Grecia ha seguido comprando armas a pesar de la crisis. Hace tiempo que salió a la luz el escándalo de las comisiones que recibían algunos políticos por comprar. Actualmente están declarando empresarios y políticos involucrados en el caso, que han reconocido haber recibido mucho dinero negro a cambio de garantizar el negocio. Tanques, radares, camiones, submarinos -defectuosos-, municiones, etcétera. Reconocen que se lo llevaron crudo, pero no devuelven nada. Como sucede con el caso Siemens, la raíz del asunto es tan profunda que no soy capaz de ver el fondo. ¡Cuánto daño está haciendo la guerra fría contra Turquía!

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Al lado de los dos casos reseñados, lo de Michalis Liapis es una anécdota estúpida. Más grave, sin embargo, es ver que el portavoz del partido nazi Ilías Kasidiaris pretenda presentarse a alcalde de Atenas. El mismo que abofeteó a una diputada del Partido Comunista en televisión, sí. El mismo que representa a un partido-organización armada que tiene 7 diputados entre rejas.

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Ante la imposibilidad de pagar el impuesto de circulación, muchos griegos devuelven las matrículas. Todo el mundo espera a hacerlo la última semana del año, con lo que se forman las inevitables colas. Aunque como ya dije, que devuelva uno la matrícula no quiere decir que deje de conducir el coche, incluso sin ella.

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Siguen habiendo médicos que piden sobrecitos en negro para realizar alguna operación. Al respecto se grabó una cámara oculta a un doctor conocido, que luego todavía tenía la cara dura de negarlo. Como en los hospitales, sigue fluyendo el dinero negro en los locales nocturnos de ocio. De vez en cuando hay inspecciones que demuestran que las medidas adoptadas por el Ministerio de Hacienda no funcionan.

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A veces pienso que el soborno es el deporte nacional de Grecia. El escándalo de los amaños queda ya un poco lejos, pero todavía hay equipos que lo están pagando. Además, se está juzgando a uno de los principales encausados. Otros cumplieron sus penas o desaparecieron del mapa.

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Hace quince días hubo disparos contra la Embajada de Alemania en Atenas. Se investigan si puede haber relación entre el hecho y la fuga del terrorista Chistodoulos Ksirós.

Ksirós es uno de los miembros del grupo terrorista 17 de noviembre, desmantelado poco antes de los Juegos Olímpicos de Atenas 2004. Condenado a 6 cadenas perpetuas, el tipo disfrutaba de permisos como cualquier otro preso. Aprovechando uno de los mismos, se dio a la fuga con total naturalidad tras celebrar la Navidad en familia. Es el hijo menor de 12 hermanos, cuyo padre es cura. Otro escándalo más.

Hace dos días Ksirós colgó un vídeo en Internet diciendo que volvía a la lucha armada y que estaba dispuesto a cometer atentados en cualquier momento. Lo están buscando en Atenas y en Salónica, y el Gobierno ofrece 4 millones de euros al que ayude a cogerlo. Como en el lejano oeste.

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Lo de los 5 euros por entrar al hospital y 20 más en caso de ser ingresado al final lo han echado para atrás. Una ley que duró uno o dos días. En lugar de eso, el Ministro de Sanidad ha subido 5 céntimos el paquete de tabaco. Cosas veredes, Sancho.

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El escándalo T.T. (Banco Post Bank) estalló hace una semana. Otro escándalo con raíces profundas. En este caso, a diferencia de otros, no está mezclada la Administración Pública, sino empresas privadas. El problema es que a esas empresas privadas están vinculados nombres de primer orden. Al ex director (Angelos Filipidis) lo detuvieron en Turquía, cuando había dicho que se encontraba de viaje en Estados Unidos por negocios. Entre los empresarios implicados, destacan conocidos peces gordos como Dimitris Kontominás.

Enlace: http://info-grecia.com/2014/01/13/grecia-directora-fondo-de-estabilidad-financiera-acusada-en-el-escandalo-del-hellenic-postbank-el-hermano-de-papandreu-implicado/

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Una de propina: Skouriés. Hace ya un par de años que están sacando oro de la zona de Skouriés. La gente de los pueblos del lugar protesta cada fin de semana, pero el saqueo continúa. Se están cargando la montaña y el bosque. Además, se está poniendo en peligro el agua de la zona de la costa de Halkidikí.

Enlace: http://info-grecia.com/2014/01/20/grecia-imagenes-contaminacion-y-destruccion-skouries-por-multinacional/

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Como habréis podido comprobar, los escándalos son tantos y de tan diversa índole, que se me escapan. Así que, a partir de ahora: música, tradiciones, cocina y cosas más ligeras.

Billetes (esperpento).

Tras varios años de observación, afirmo con rotundidad que a los griegos les apasionan los billetes. No, no me refiero a los de autobús o metro, no. Estoy hablando de los billetes de euro. La mosca, la plata, la lana, la pasta.

Ya puede uno acumular tarjetas en la cartera, que si no lleva un fajo de billetes en el bolsillo, no es nadie. Para el griego, nada puede compararse al tacto del papel sobado. Los dedos resbalando sobre la imagen, los numeritos, el color… son el placer mismo. El plástico, aunque brille, no es lo mismo. Demasiado grueso para doblarse, el condenado.

Tener una visa en la cartera es como no llevar dinero. Un griego sin billetitos en el bolsillo se siente desnudo, desprotegido, solo.

El cajero automático es el enemigo. El heleno desconfía de la máquina, que sólo visitará a primeros de mes para vaciar la cuenta. Los más mayores van directamente a la ventanilla porque piensan que el invento maligno se va a tragar su dinero. La pasta que sale de la ranura parece que tenga menos valor que la que pasa de mano en mano. Adoran ese papel usado, doblado, gastado, viejo.

No es normal que el griego lleve sus billetes en la cartera. Los dobla, con goma o sin ella, y los guarda en el bolsillo del pantalón o en el superior de la americana (vean a Al Pacino adiestrando a Johny Deep en Donnie Brasco).

Para pagar, aunque sea una pequeña cantidad, el griego saca el fajo y empieza a contar. Le vuelve loco eso de pasar billetes como si fueran cromos o estampitas. Los empleados de las gasolineras manejan el papel con una habilidad asombrosa. Abren los billetes en modo abanico para dar el cambio y se los vuelven a echar al bolsillo. Me fascina verlos como cuentan sin darle importancia al tema y sin mirar los papelitos.

Claro que si uno analiza un poco, que circulen los billetes de la manera en la que lo hacen en Grecia, es normal. En muchos sitios pagan en mano y, a veces, parte del sueldo, en negro. El griego lo prefiere así. No cree en los bancos. Aunque le debas mil pavos, dale quinientos en metálico y se tranquilizará.

Tiempo atrás los propios presidentes de los clubes pagaban a sus jugadores con fajos de billetes. Sin intermediarios de por medio ni leches. Es más, casi me atrevería a decir que todavía se hace. Quizás no todo el sueldo, repito, pero sí una parte.

Aunque a los griegos siempre les ha gustado acariciar papel, no dudaron en adquirir tarjetas de crédito hace unos años, las cuales han acabado arruinándolos. Muchos deben al banco por haber derrochado el dinero con el plastiquito. Vieron que sin efectivo podían comprar, viajar, hipotecarse, vivir. Pero no pensaron que algún día habría que devolver la deuda de la visa. De haber manejado el dinero ellos mismos, no hubieran llegado a esta situación. No estaban educados en la transacción invisible de moneda.

El griego cree que 100 euros en el bolsillo son más que 100 euros en el banco, porque es dinero real, físico, suave, en color. Lo otro es virtual, como muerto, inútil.

Las grandes transacciones o las inversiones millonarias no entran en la cabeza del griego. La macroeconomía habla de dinero que no se ve. No interesa. Quieren papeles de colorines.

Desde el momento en que al griego no le pagan en la mano, se siente abandonado, triste, frustrado.

Sentir el paquete como se mueve en el bolsillo, notarlo ahí presente es lo que al griego le hace sentirse poderoso. Manosearlo, mostrarlo sin disimulo en la cola de la compra, jugar con él, arrugarlo.

Es posible que el varón no tenga mucho material en el bolsillo, pero lo doblará tres o cuatro veces para que crezca el bulto.

Al griego le encanta mostrar el paquete durante las vacaciones. Se han visto paisanos sacándose billetes y más billetes del bolsillito del bañador, justo un minuto antes de meterse en el mar.

No es extraño que los helenos viajen con todo el dinero encima, puesto que en muchos sitios no aceptan tarjetas de crédito. Es casi imposible encontrar TPV o datáfonos en las islas, y si los tienen, los esconden o dicen que la cena no se puede pagar con el plástico. Los extranjeros confiados se llevan una sorpresa y vuelven a meter la visa en la cartera. El problema llega cuando salen a buscar un cajero y no lo encuentran, ya que hay pocos.

Al griego le entusiasman las vacaciones porque le permiten llevar el pliegue de papeles revuelto en el pantalón. El placer máximo. El paquete al sol en una taberna e ir contando a la hora de pagar. El súmmum. No le importa exagerar con las manos para que se vean bien los cuartos. El paisano se siente hombre, macho, triunfador, chulo. El amo del mundo con un ouzo en la mesa, algo de feta y “estampitas de Europa”.

Lo más curioso de todo es que en Grecia quien lleva la economía familiar es la mujer. El griego es muy macho en los cafeneíos, en las playas o en las tabernas, pero a la hora de la verdad, la contable de la familia es la esposa.  

Michalis Liapis: el ex ministro que se saltó un stop.

 

Michalis Liapis cuando era Ministro de Transportes.

- El ex Ministro de Transportes y Comunicación Michalis Liapis se saltó un stop el 17 de diciembre de 2013. Una patrulla policial lo paró por este motivo.

- Ninguno de los miembros de la patrulla reconoció al personaje, seguramente porque ya no está en la primera línea de la política. Si lo hubieran reconocido, ¿lo hubieran parado?

- Al solicitar la documentación, el conductor contestó no llevarla encima. Como excusa, alegó que había salido a dar una pequeña vuelta y se lo había olvidado todo en casa.

- Los policías, al comprobar la matrícula del jeep, se dieron cuenta de que era falsa.

- Además, el Volkswagen Tuareg tenía los cristales tintados.

Las matrículas falsas pueden conseguirse en el mismo centro de Atenas. Encima del guión debería haber un sello del Ministerio de Transportes. 

El político siendo conducido a las dependencias policiales.

- El ex Ministro de Transportes se saltó un stop, conducía sin documentación, llevaba matrícula falsa y circulaba con cristales tintados. Sí, el mismo que había escrito libros como “Por una nueva moralidad” o “Por una radical renovación”, y el mismo que hace unos años declaraba orgulloso que iba a acabar con las infracciones de tráfico en el país.

- Cuando se da cuenta de que se ha descubierto el pastel, Liapis pierde los papeles. El tipo intenta justificarse argumentando que el jeep lo tenía en su garaje (en Porto Rafti, nada menos) y que “no lo conduzco nunca. Es que me voy de viaje en unos días y no quería que se descargara la batería”.

- Desesperado, el político le comenta al policía que él es Michalis Liapis, ex ministro. Supongo que era el último recurso que le quedaba en vista de que los miembros de la patrulla “no cedían”. Tras consultar con sus superiores, los policías procedieron a esposar al conductor.

- La noticia corrió como la pólvora por las redes sociales y se plantaron un montón de policías a las puertas de la comisaría.

La "humilde" casa de Michalis Liapis.

- La imagen del político detenido y sus ridículas explicaciones dieron la vuelta al país. Liapis acabó siendo objeto de burla por todo el mundo. Grecia quiere ver a sus políticos en la cárcel o, en su defecto, ridiculizados al máximo.

- Para justificar lo de las matrículas falsas, declaró que “soy un pensionista al que le está afectando la crisis, como a todos”. Había devuelto las auténticas para no pagar el impuesto de circulación (1.320 euros, en su caso). En Grecia, los que no pueden pagar el impuesto, que son muchos, devuelven la matrícula y no pueden circular con el coche. En teoría, claro, que estamos en Grecia y nadie te impide coger el coche para ir por ahí, aunque sea sin matrícula.

- “A mí también me está afectando la crisis”, decía al tiempo que las televisiones nos mostraban imágenes de su caserón.

Esta cara se le quedó al pobre.

- “Reconozco mi culpa y voy a cumplir la pena. He cometido un error, no tengo excusa, quiero pagar”. Liapis ya no podía engañar a nadie.

- El ex ministro pagó la fianza casi sin rechistar a los dos días. ¿Por qué tan pronto? ¡Pues porque tenía un viaje planeado a Kuala Lumpur! Supongo que si le hubieran retenido el pasaporte, hubiera tenido problemas con el visado y se hubiera quedado en tierra. Se le citó de nuevo para el 30 de diciembre.

- Liapis viajó a Kuala Lumpur en primera (más de 2000 euros ida y vuelta el billete) y se quedó en el Sheraton, uno de los hoteles más lujosos de Asia.

Liapis se alojó en el Sheraton de Kuala Lumpur.

- Las “malditas” tecnologías… El político fue cazado por un paisano griego, que envió un par de fotos al periódico Real News. Estuvo una semanita a cuerpo de rey en una suite del hotel y en compañía femenina (no era su mujer, puesto que está divorciado, pero nadie sabe quién era la señora, puesto que fue y volvió solo).

- Al ex ministro lo echaron de Nueva Democracia el día en el que fue detenido por la Policía.

- La imagen de Liapis ha sido utilizada como paradigma de cómo se comporta la mayoría de los políticos de este país. Hacen lo que les da la gana y no les importa. No olvidemos que Liapis es primo de Kostas Karamanlís, ex Primer Ministro. Todo suena a chiste.

- Desde el momento en el que el personaje reconoció tener problemas económicos por culpa de la crisis, los periodistas se empezaron a mover. Liapis cobraba como ex ministro y como diputado, conducía un todoterreno que vale 40.000 euros, tenía declaradas 28 propiedades en 2011, villa en Mykonos, etc…

- La prensa tampoco ha tardado en recordarnos que nuestro protagonista estuvo metido de lleno en el escándalo Siemens de hace unos años, y que todavía trae cola.

Liapis poniéndose la botas en un restaurante de Kuala Lumpur.

- Lo último que ha salido es que poseía una villa que había convertido en hotel rural. Al parecer, lo reconvirtió gracias a ayudas estatales. Aunque la familia -está metida en el pastel- dice que tiene los papeles en regla, no aparece en las guías, no hay facturas, no hay clientes… Un escándalo más y se sigue tirando del hilo.

Y pensar que todo esto no hubiera salido a la luz si el pardillo no se hubiera saltado un stop…