Esta vez no pienso especular. Que se vayan todos los que nos han llevado a esta situación al carajo.
Los dos chicos de Amanecer Dorado asesinados.
¿Qué se puede esperar de un país en el que en cada derby futbolístico o de baloncesto tienen que ir un montón de policías pagados por los ciudadanos, para en el fondo no hacer absolutamente nada? Hoy juegan el Panathinaikós y el Olympiacós. Veremos qué pasa. Lo mejor sería dejarlos que se matasen, por imbéciles. No es deporte, es terrorismo. Pero claro, no puedes acabar con el fútbol, que es el opio/religión del pueblo.
Hace tres años mataron de un modo parecido al periodista Sokratis Tzolias. Lo fusilaron a la puerta de su casa. No se han encontrado todavía a los culpables.
La niña María y su madre con otra de sus hijas.
En la entrada quería hablar de dos sucesos que han sido los que han marcado la agenda estos días: “el ángel rubio” y el "museo nazi de Boulas".
Dos caras de la misma moneda: tráfico de niños y tráfico de armas. Un elemento común que es el que nos conduce a ambos fenómenos: en Grecia todo el mundo hace lo que le sale de las narices. Ya pueden marearnos todo el día con la TROIKA, Merkel, nuevos impuestos y demás: “ésto es un burdel” (que conste que son los propios griegos los que lo dicen, no yo).
La niña María, de 4 años de edad, según dicen, ha ocupado portadas estos días, incluso de periódicos internacionales. La repercusión de la historia ha sobrepasado fronteras cuando ya desde los primeros días en Grecia se sospechaba que la pequeña era búlgara. El fenómeno del tráfico de niños entre el país vecino y el heleno viene de lejos. En 2009 se desmanteló una red ilegal de este tipo, aunque ahora se ha descubierto que la práctica se ha seguido produciendo con cierta regularidad. Gitanas de la etnia romaní parían hijos, cruzaban la frontera y los vendían, o venían a Grecia expresamente a parir, con la excusa de buscar trabajo. A partir de ahí, la corrupción hospitalaria de lugares muy concretos se ocupaba de poner en contacto a las familias, que cerraban el negocio por unos míseros euros. En ocasiones la transacción se realizaba entre romaníes de allí y romaníes de aquí directamente. A partir de ahí, “los padres dejaban de ser los padres” de los niños. Dejémonos de coñas: si la pequeña no fuera rubia y tuviera cara de ángel, nadie se hubiera enterado de nada. Éso y la ignorancia de muchos periodistas/policías que creen que no puede haber romaníes rubios o albinos. La ignorancia, por una vez, ayudó.
La familia Ruseva en la puerta de su casa sin la pequeña María.
Después de ver la carita de la niña y de llamar a la Interpol, resulta que era búlgara de un poblado cerca de la capital. Al poco tiempo se descubre que los padres adoptivos tienen un montón de hijos, algunos de los cuales “falsos”. La mujer había ido al registro varias veces en menos de un año para que le dieran partidas de nacimiento de churumbeles inexistentes. Todo para cobrar las ayudas que da el Estado Griego para familias numerosas. Constaba que la señora tenía unos 10 hijos, con lo que se calcula que cobraba 3000 euros al mes en ayudas. En Farsala era donde vivían los estafadores, un pueblo de gitanos junto a Lárisa. Como nadie se daba cuenta de que cada tres o cuatro meses la susodicha paría otro hijo o gemelos, ella seguía haciendo. Menuda coneja.
No tardaron los grandes canales en enviar a sus reporteros al poblado de Bulgaria y en mostrarnos el lugar y la casa donde vivía la familia. Tras la prueba de ADN de rigor se confirmó que la madre era Saska Ruseva, quien asegura que tuvo la niña en Grecia cuando fue allí a trabajar y la dio sin recibir nada a cambio, simplemente porque no la podía mantener.
Una de las hermanas del ángel rubio.
Pasó de ser una historia de intriga muy televisiva a una tristísima noticia que no hace otra cosa que recordarnos lo que es capaz de hacer la gente pobre por unos míseros euros -estoy convencido que la madre recibió dinero a cambio-. La mujer fue entrevistada en televisión, siempre con los hermanos de la niña María en sus brazos, y explicó su versión de los hechos.
El tráfico de niños continúa por mucho que nos digan lo contrario. Hay poblados en el norte de Grecia y ciudades enteras -o casi- en las que viven romaníes. En Salónica está plagado. Sólo tengo que caminar doscientos metros hasta la iglesia del Patrón para encontrármelos con sus madres vendiendo velas o lo que sea. Y hay alguno que tiene el pelo rubio o panocho.
La pequeña María con sus "padres adoptivos", actualmente en la cárcel.
Curiosamente y a pesar de vivir en condiciones lamentables, la mayoría vive feliz. A las puertas de la iglesia ponen cara de pena y te persiguen calle abajo, pero luego sonríen y se lo pasan en grande. Actúan mejor que muchos actores. Deberíamos aprender cosas de los romaníes: no se agobian por nada, hacen lo que quieren y viven absolutamente igual que antes de la crisis. Los únicos a quienes la situación no les afecta para nada. Sí, ya sé que el comentario es un poco frívolo: no pagan impuestos, cometen pequeños delitos y ocupan casas, pero lo que me interesa recalcar es la alegría con la que viven. No en vano, siempre están de baile y organizando parrilladas. Lo que no es de recibo, claro, es que los mayores utilicen a los pequeños para sacar dinero. Verlos pasar de restaurante en restaurante o de plaza en plaza es descorazonador. Cuando les preguntas por sus padres, se largan sin decir nada.
La conclusión que hemos acabado sacando de la historia es que la pequeña María en Grecia vivía de lujo. De volver a Bulgaria, que es lo que parece, nos lo podemos imaginar: miseria, miseria y más miseria.
Si lo del tráfico de niños es reflejo de una sociedad enferma, triste y desigual, lo del tráfico de armas refleja la incompetencia de las fuerzas de seguridad del Estado. No se lucha ni contra el contrabando de armas, ni de tabaco, ni de personas, ni de productos de imitación... Entran desde El Pireo y desde las fronteras norteñas, Bulgaria y Albania, principalmente. Si los barcos del Pireo hablaran…
En el Parlamento los socios de Gobierno tumban leyes que van contra los magnates del puerto, o por lo menos dirigidas a controlar todas las mercancías que entran a través del lugar. Es inútil. Los navieros tienen más poder que el propio Presidente, así de claro.
Tras la muerte de Pablos Fyssas y el desmantelamiento de la cúpula de Amanecer Dorado, la policía no ha dejado de investigar fuentes de financiación, locales de la organización, actos de protesta, etcétera.
El "comerciante" Anastasios Pallis dando la mano al Presidente de la República.
No se sabe exactamente la relación entre Anastasios Pallis y Amanecer Dorado porque el tipo está en paradero desconocido, pero la hay. Tiene negocios sucios o poco claros en Albania y en otros países.
Las investigaciones condujeron a la policía a Boulas, cerca de Atenas, y más concretamente al barrio de Panorama. Allí se encontraron con un arsenal de armas, vehículos militares, bombas y muchas más cosas. Para flipar. Además, el caserón de la finca parecía un museo del Tercer Reich. Uniformes militares, estandartes, fotos de Hitler, cuadros, medallas y todo tipo de enseres relacionados con los nazis llenaban las paredes y los cajones del salón y de las habitaciones. La gente, muy sensibilizada con todo ésto desde la muerte de Fyssas, no se lo podía creer.
No es un museo nazi; es el interior de la casa del caballero.
Según parece, tanto el armamento pesado como las metralletas y las pistolas habían llegado en unos contenedores precintados vía El Pireo. Estuvieron un tiempo allí “estancados” hasta que los llevaron a su destino definitivo, la casa de Pallis. ¡La de irregularidades que se deben producir en aquel muelle con el consentimiento de las autoridades!
El exterior de la casa y el garaje.
El tráfico de armas no es algo nuevo y es uno de los mejores negocios que existen, pero una cosa es llevarse unas automáticas a casa y otra camiones, coches y misiles, como este pájaro. Las autoridades encontraron vehículos de todo tipo dentro y fuera del garaje, algunos de los cuales a la vista de los vecinos. Debían sospechar algo, digo yo, porque tener sidecares, camionetas, aviones o helicópteros del ejército en el jardín no es que sea muy normal. Pero como en este país todo es posible, debían pensar que tener aquello allí era tan legal como plantar unos tomates o poseer un tractor.
Armas encontradas en el interior de la casa.
En definitiva, nadie respeta nada. El Estado sigue siendo el enemigo y cualquier decisión que toma es considerada un ataque frontal contra la ciudadanía. Como además no tiene mecanismos de control efectivos, peces gordos y pequeños hacen lo que les da la gana. El Gobierno, más preocupado en hacer cumplir lo que le dicen los extranjeros, deja hacer. Tampoco le conviene ir en contra de ciertos empresarios para que no se larguen del país a hacer sus negocios a otra parte. Los hay que están vinculados a Amanecer Dorado, pero nadie se atreve a publicar los nombres. Algunos magnates circulan por Atenas con pistola y gorilas, y si es necesario contratan sicarios como los Corleone.
Contenedores en El Pireo y uno de los tanques que tenía en el jardín.
Lo del exministro Pángalos afirmando que la Embajada de Estados Unidos había sido espiada y sus llamadas intervenidas años atrás sólo hace que añadir un poco de leña al fuego. Al lado de la que tenemos encima y de la que se nos viene con el nuevo impuesto de bienes inmuebles, lo del socialista gordo suena a chiste malo.
Y los tres de la TROIKA declarando que no se atreven a venir a Grecia porque la gente no los quiere. ¡Por fin se han dado cuenta! La única cosa sensata que han dicho en todos estos años. ¿Un poco tarde, no? Que Dios les perdone.
Vista aérea del "terrenito" de Pallis. ¿Pretendía armar un ejército?
No hay comentarios:
Publicar un comentario