Cárcel para Kenteris y Thanou.
“Un Tribunal de Atenas condenó ayer a los velocistas griegos Costas Kenteris y Katerina Thanou a 31 meses de cárcel por haber fingido un accidente de motocicleta para evitar pasar un control antidopaje un día antes de que comenzasen los JJ.OO. de Atenas'2004. El tribunal estimó que "el accidente nunca ocurrió". La condena todavía no es firme y los acusados tienen el derecho a apelar contra la decisión, algo que harán según ha asegurado su propia defensa. En el juicio, celebrado siete años después de haber acontecido los hechos, estaban acusadas hasta once personas.”
Personaje de salir en la foto, de justificar lo injustificable y de hablar por hablar.
Detesto a las personas que siempre tienen algo que decir, que te miran por encima del hombro y que creen saber de todo. A pesar de tantos éxitos, Tzekos siempre será un personaje siniestro y bajo sospecha. Antes yo, la marca y el dinero, que el atleta. Fue desaparecer Tzekos y desaparecer los atletas.
Una entrevista que le hicieron en la tele picó mi curiosidad. Por entonces no entendía demasiado el griego, así que estaba más atento a los gestos que a otra cosa. Bien vestido, exageradamente correcto, serio, repeinado, altivo, chulo…
Con todo, seamos realistas: personajes como Christos Tzekos los hubo, los hay y los habrá. Lo que hizo fue coger a unos cuantos atletas y conducirlos a la cima para luego abandonarlos mientras caían.
Cazados uno por uno, estos atletas fueron desapareciendo del mapa.
De todos son conocidos los casos de Thanou y Kenteris, pero hay otros.
En el país de los Juegos Olímpicos aquel que gana una medalla es un semidiós. Como fue considerada semidiosa Boula Patolidou, medalla de oro en la prueba de 110 metros vallas en los Juegos Olímpicos de Barcelona en 1992. Un tropezón inoportuno de Gail Devers en la última valla propició la sorprendente victoria de la griega.
Nunca una victoria hizo tanto daño al atletismo y al olimpismo griego.
En un país tan pequeño pero tan apegado a los juegos, un éxito como el de Patolidou les pilló absolutamente de imprevisto.
Veamos una serie de cifras bastante significativas poniendo como referencia las medallas de Grecia en los mundiales de atletismo.
Desde 1983 hasta 1997 sólo se consiguió una medalla (Ana Berouli). En el 98 Atenas es la elegida para organizar los Juegos Olímpicos de 2004. Desde el Mundial de Atenas de 1997 hasta el de Osaka de 2007, 18 medallas. Curiosamente en Helsinki 2005, un año después de las Olimpiadas de Atenas, ningún metal.
En los europeos las medallas empiezan a ganarse en Budapest 1998, con Thanou. Luego aparecerán Kenterís y compañía.
Iakovakis salva el honor porque sigue ahí en 2006. Casualmente, no lo lleva Tzekos.
Otro atleta desaparecido es Haris Papadiá, campeón de 60 metros en pista cubierta, en 1997. Otro chico Tzekos. El salto “de calidad” lo pegó con Thanou, pero luego quedó en el olvido.
Haris Papadias.
Campeón del mundo 60 metros, París 1997. Flor de un día.
¿Cuándo empezaron las sospechas?
Todo empezó, casi por casualidad, en una reunión atlética en Dortmund, en el 97. La negativa de Tzekos a que se realizasen análisis a sus atletas (Thanou y Papadias) le “delató”. Un error de forma -el controlador se presentó sin identificación y sin controladora- hizo que no se sancionase a los corredores. Tzekos, sin embargo, sí fue suspendido por la federación griega, hecho éste aplaudido por la IAFF.
A Kostas Kenterís y a Ekaterina Thanou les dedicaré un post pero para hacernos una idea de hasta adónde puede llegar la cosa decir que la moto con la que dicen que tuvieron el accidente en la villa olímpica de Atenas era de Tzekos.
Campeón de Europa, campeón mundial y campeón olímpico el primero, y campeona de Europa la segunda, que reclama el oro olímpico de Sidney porque se lo quitaron a Marion Jones -dio positivo años después-.
Ahora que en España ha saltado el tema del doping a la luz, no puedo evitar el establecer ciertas comparaciones con lo que sucedió en Grecia con este señor. Nadie sabía nada, la federación se lavó las manos, incluso los jueces lo absolvieron de algunos de los cargos de los que se le imputaba, etcétera.
Desparecido Tzekos, desaparecidos sus atletas. Sólo Thanou consiguió remontar ligeramente el vuelo.
En 2004, con el escaldalazo Kenteris-Thanou, todo se vino abajo. En un día, los atletas de Tzekos pasaron de la luz a la oscuridad. Atletas que aparecieron, vieron, ganaron y … desaparecieron misteriosamente. Un atleta que aparece como un champiñón, de la nada, se dopa. Todos lo saben pero muchos no dicen nada porque “la mierda nos salpica a todos”. Evidentemente, la Federación Internacional de Atletismo es la que acaba por tomar cartas en el asunto, porque eso de hacer aparición en una gran cita habiendo esquivado controles o sin tener referencia de marca alguna…
Tzekos, vendedor de productos nutricionales, alterna su residencia en Illinois con largas estancias en Grecia.
En una redada en 2004 fueron encontradas 1400 ampollas que contenían anabolizantes y otros productos prohibidos. Las tenía en su despacho. Las autoridades sanitarias griegas le multaron con 14800 euros por importación ilegal de anabolizantes.
El periódico Byma publicó que Tzekos había propuesto al gobierno griego un programa secreto en 1997. El presupuesto sería de 6 millones de euros y la idea era la de trabajar con 150 atletas con sistemas de doping no detectables para la preparación de las Olimpiadas de Atenas. El gobierno se opuso. En un programa de televisión Tzekos reconoció su admiración por el sistema de planificación de las competiciones en la antigua GDR. Todos sabemos ahora lo que pasaba.
En 2003 las autoridades de USA encontraron e-mails de Víctor Conte dirigidos a Tzekos mientras investigaban al primero por su implicación en el escandalazo de los laboratorios BALCO.
Según l´Equipe, Tzekos tenía relación directa con el creador del norbolethone y del THG (tetrahidrogestrinone) Patrick Arnold, el padre de ciertos esteroides indetectables entre otras cosas.
Sin embargo, en 2007 las autoridades griegas dijeron no encontrar evidencias de relación directa entre Tzekos y BALCO. Tzekos sigue diciendo que conoce a Arnold por el tema de los suplementos nutricionales nada más y no por haber recibido de él sustancia ilegal alguna.
“Nosotros hemos pasado más de 1000 controles con todos mis atletas y no han encontrado nada.”
Tsekos sigue teniendo su despacho y dedicándose a temas relacionados con la dieta y alimentación de los atletas. Reloj de oro, cadenas y sonrisa de aquí a allá.
“Yo, Kenterís y Thanou fuimos víctimas de un sistema”
El caso Thanou-Kenteris-Tzekos sigue abierto. Todavía hoy, en 2011, siguen saliendo sentencias referentes al caso. Dimes y diretes, recursos y contrarrecursos. Tzekos niega las acusaciones. Continuará…
"En el dooping existen leyes. Si no las cumples, eres culpable. De lo contraria, no lo eres. Cuando en los controles no se encuentran pruebs, entonces no puedes hablar de dooping."